Capitulo 5.-

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-He invitado a los nuevos vecinos a cenar esta noche, Camila -le informó Sinu a su hija desde la cocina.

La chica apagó la televisión, y se dirigió hasta la cocina, para ayudar a su madre a preparar la comida. Después de haber llegado de la escuela, no había sucedido nada fuera de lo común. Estuvo junto a Hailee y Ally haciendo un trabajo de ciencias y luego ambas chicas se fueron a sus respectivas casas.

Camila se sentó en un taburete, y miró cocinar a su madre. Una sonrisa se dibujó en su rostro, recordando cuando ella le ayudaba a preparar la cena cuando era pequeña. Y así, después podía contarle a su padre que sus "dos mujeres" (como él les decía), habían cocinado una deliciosa comida para él. Pero, todo cambio cuando su padre murió. Ya ni siquiera le daban ganas de cocinar, y cuando lo hacía, era porque la situación lo ameritaba. Aunque, más de alguna vez le cocinó a Lauren, eso no significaba que volvería a hacerlo para alguien más, aunque le gustara mucho cocinar.

-¿Por qué los invitaste? -preguntó Camila, cogiendo una banana de la frutera.

-Ayer estuve conversando con Yolanda, la nueva vecina y congeniamos a la perfección -informó su madre y se encogió de hombros-. Es una mujer muy agradable ¿sabes?

-No, no lo sé -dijo Camila, con la boca llena de banana. Masticó y tragó la fruta, para volver a hablarle a su madre-. No he tenido la oportunidad de conocerla, pero me imagino que debe ser simpática, digo, para que a ti te simpatizara...

-Camila... -habló en tono amenazante la mujer, pero luego de unos segundos, las dos rieron-¿Sabías que Yolanda tiene una hija de tu edad?

-¿Ah, sí? -inquirió Camila, alzando una ceja. Ella, ya sabía la dirección que estaba tomando la conversación, pero no iba a interrumpir a su madre, hasta que pronunciara las palabras que estaba esperando oír-. No lo sabía.

-Es una muchacha muy agradable. Y guapa -al decir la última palabra, le guiñó un ojo-. Deberías conocerla, para...

-Mamá... -Camila la interrumpió-, sabes perfectamente que en estos momentos no estoy para una relación, por favor.

-Yo nunca he dicho eso. -se defendió la mujer con una sonrisa en el rostro.

Camila se colocó de pie para botar la cáscara de la banana y así ganar un poco de tiempo. Ella más bien que nadie sabía que a su madre no le gustaba Lauren y que siempre cuando tenía la oportunidad, le daba como pretendientes a otras y otros chicos. Pero en esos momentos, ella no estaba para una relación. No estaba interesada en nadie porque tenía los amigos precisos en su vida y un ex novia que se había convertido un poco más obsesiva de lo que recordaba pero que ella aún quería.

-¡Pero lo pensaste! -la apuntó con el dedo cuando volvió a sentarse en el taburete y su madre se encogió de hombros-Pero, ya lo sabes mamá. No quiero tener una relación ahora. Lauren puede...

-Ya lo sé -esta vez fue la oportunidad de Sinu para interrumpirla-. Pero, ¿qué sucede si ella nunca recupera su memoria? ¿Te quedarás esperando hasta que por arte de magina regresen los recuerdos?

Camila abrió la boca con la intención de responderle a su madre, pero ninguna palabra salió. Ella sabía que su madre tenia razón, pero no quería darse cuenta. Estaba tan confiada que Lauren recuperaría la memoria, que no quería y no podía pensar en la remota posibilidad que ocurriera todo lo contrario.

-Iré a ordenar la mesa -dijo Camila, colocándose de pie antes de que su madre dijera algo más. Su comentario le había dolido pero ella no podía darlo a demostrar. Ya se había mostrado débil cuando Lauren estaba internado en el hospital como para seguir estando enterrada en ese agujero. Le había costado mucho salir de ahí como para volver a introducirse en la mierda.

...

-¿Puedes abrir la puerta, Camila? -Sinu le pidió a su hija desde su dormitorio.

El timbre sonó por segunda vez y Camila soltó un bufido, saliendo de su habitación mientras se colocaba una cazadora deportiva bastante informal para aquella velada que su madre había organizado. Bajó la escalera sin mucho ánimo pero supo ocultar su falta de energía cuando abrió la puerta encontrándose con una mujer de mediana edad quien estaba de pie frente a ella con una sonrisa plantada en el rostro. Los ojos verdes de la mujer brillaban y la sonrisa que curvaba sus labios era acogedora.

Camila miró hacia el lado, encontrándose con un chica que estaba al lado de la mujer, luciendo un poco incómodo.

-Tú tienes que ser Camila... -la mujer rompió el silencio.

-Así es. Por favor, pase. Usted está en su casa.

Camila cerró la puerta después que la mujer ingresó junto a su hija. Cuando la chica giró, se encontró con la supuesta nueva vecina que definitivamente, no era como Hailee la había descrito. Ella le mostró una pequeña sonrisa y se acercó a la nueva vecina, entrelazando sus dedos atrás de su espalda.

-¿Cómo estás? -le preguntó, recorriendo el rostro de la chica con la mirada. Ella tenía el rubio con algunos mechones castaños claros y ojos verdes, verdes claros.

-Estoy bien, ¿cómo estás tú? -la muchacha respondió en un susurro.

-Muy bien, gracias. ¿Quieres algo de beber?

La muchacha negó con la cabeza. Camila sonrió al verla acomodándose el cabello, por que era la misma forma en la que Hailee acomoda su cabello cada vez que le molestaba.

Después de un intercambio de palabras, Camila se pudo enterar que el nuevo vecino se llamaba Gigi Hadid y se había llegado desde España. Su padre había sido transferido al centro de Londres, y ahora se encontraba en un corto viaje de negocios. Desde un principio, la muchacha se había mostrado un poco tímida, pero a medida que la cena avanzaba, comenzó a mostrar un gran interés por Camila, el cual fue notado inmediatamente por ambas madres que sonrieron con complicidad al ver a sus hijas hablando de manera amena.

Después de terminar la cena, ambas mujeres se encontraban en la cocina, sirviendo el postre cuando el timbre volvió a sonar.

Camila se puso de pie con la clara intención de ir a abrir la puerta, pero su madre le ganó en el intento. Se volvió a sentar justo al lado de Gigi, hasta que escuchó la voz de su madre a sus espaldas, llamándola.

-Camila... -habló Sinu, con un deje de incomodidad- hija, tienes visitas.

La castaña desvió la mirada hasta su madre, sólo para encontrarse con los ojos verdes de la chica que tanto quería. Camila sonrió por inercia, pero Lauren no despegaba la vista de Gigi. ¿Sería alguna prima? ¿Una nueva pretendiente? ¿Su nueva novia? El último pensamiento, encendió la chispa de la furia y la obsesión de Lauren.

Lauren dirigió su mirada a la Camila, y el color de sus ojos volvió a ser el mismo. Sonrió de una manera que solo sabía hacerlo cuando estaba con Camila y ella le devolvió la sonrisa.

Camila se acercó a Lauren, y la rodeó con los brazos por el cuello. Lauren, escondió su rostro en el cuello de la chica, inhalando ese aroma a ella que tanto le gustaba. Levantó un poco la vista, y se dio cuenta que la chica nueva no despegaba la vista de ellas dos, con un deje de desilusión en el rostro. Sus ojos brillantes ahora estaban opacos.

-¿Podemos hablar? -Lauren murmuró contra el oído de Camila, su voz sonando más suave de lo que ella recordaba.

-Claro que sí -ella le dijo y sintió un estremecimiento en el estómago cuando Laurem tomó su mano y entrelazó sus dedos. Hacía mucho tiempo que ella no la tomaba de la mano y se sentía muy bien-. ¿Nos disculpas un momento, Gigi?

La susodicho asintió, sin poder encontrar su voz bajo la mirada intensa y seria de Lauren
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Ya se, ya se. Se ve muy flop que ponga a Gigi pero no tenia a quien mas poner.

Same Mistake (Camren)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن