Capitulo 40.-

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Camila's POV.

Había tenido un día realmente agotador. Me lanzaron contra la pared, desperté en la enfermería, peleé con Lauren, Dinah y Hailee me trajeron de regreso a casa y cuando ellas se aseguraron que no necesitaba absolutamente nada, se fueron un poco tranquilas. Y cuando pensé que todo estaba en calma, suena mi estúpido celular.
Y ahora estoy subida en un taxi, con dirección al cuartel principal del centro. Solo para sacar a Lauren de ahí. Si debo ser sincera, me dieron unas ganas tremendas de quedarme en casa, pero mierda yo y mi gran bocota "Juntas por siempre ¿recuerdas?" que mierda de pregunta es esa. Me odio por ser estúpida, débil y estúpida nuevamente.
Trato de alejarme de ella, pero Lauren solo tiene que chasquear los dedos y ahí va la idiota de Cabello. Y la vocecilla en mi cabeza me lo recuerda siempre. Sé que esa, es una parte de mí, la parte lógica y madura que se da cuenta del verdadero significado de las cosas y me advierte que todo saldrá mal. Y así es, pero me niego a hacerle caso. Quizá por querer correr el riesgo y aprender de mis errores (cosa que lo dudo) ó, por la simple y sencilla y estúpida razón de que soy una jodida masoquista que uno de sus pasatiempos preferidos es sufrir y llorar por una pelinegra con ojos verdes.
Creo que es la segunda opción.
Pero me es inevitable no hacerlo. La amo ¿vale? Y creo que una de las mejores cosas, es que me doy cuenta de que hago mal las cosas. Aunque eso no sirva de nada, pero algo es algo ¿no? Pero bueno, siguiendo con el tema anterior... yo realmente amo a esa idiota. Lauren es... Lauren. Creo que si las personas se aman de verdad deben aceptarse tal cual son, pero ¿Y si una de las personas es agresiva y trata como la mierda a la otra? ¿Aún así se deben aceptar mutuamente? ¿Aunque la otra persona prácticamente te obligue a estar a su lado? ¿Aunque te haga la vida añicos y después te salga con la estúpida excusa barata de "no quise hacerlo"? mierda, estoy jodida.
Creo que... desde un principio supe cómo era la actitud de Lauren. Desde que la vi, me di cuenta que esa chica lo único que me traería serían problemas, pero adivinen a quién no le importó. Sí, a mí, porque esa chica supo como enamorarme. Se dio el tiempo de crear cosas románticas e innovadoras solo para mí. Siempre se las ingenió para sorprenderme, pero ahora, me sorprende de muchas maneras diferentes.
***
Cuando entré en el cuartel policial y mi mirada se encontró con la de Lauren, pude darme cuenta como sus ojos verdes brillaban. La pelinegra lanzó un suspiro de alivio y me sonrió levemente. Pero yo no pude devolverle la sonrisa. No es que no quisiera, porque mierda claro que quería, pero aún estaba enfadada con ella y que me haya llamado cerca de la una de la madrugada, era una gota que amenazaba con derramar todo el contenido del vaso.
Después de pagar la fianza de Lauren, ambas nos encontrábamos de camino a mi casa, en completo silencio. Lauren es tan jodidamente testaruda que insistió –más bien sentenció –que después de haber obtenido mi ayuda, lo menos que ella podía hacer, era acompañarme hasta casa y ver como había llegado. Que considerado de su parte —nótese el sarcasmo.
Cuando llegamos, le tendí un billete al chofer y ambos bajamos. Caminé por el pequeño sendero, y busqué las llaves en el bolsillo de mi chaqueta. Introduje el pequeño metal en la cerradura y cuando abrí la puerta, recién me giré a ver dónde estaba Lauren. Ella se encontraba a unos pocos pasos de distancia, mirándome fijamente, con sus manos escondidas en los bolsillos delanteros de sus jeans, dejando los pulgares fuera.
Me aclaré la garganta. El silencio era un poco incómodo y aunque ya se me había ido un poco el sueño, el clima helado de la noche estaba calando mis huesos.
—Buenas noches. —le dije, con voz ronca.
Me mordí el interior de mi mejilla y giré mi cuerpo. Cuando estaba a punto de entrar, la mano de Lauren tomó la mía, enviando corrientes eléctricas desde mi brazo hasta el resto de mi cuerpo. Giré el rostro sobre el hombro y la miré.
Su rostro se veía aun más hermoso bajo la luz de los faroles. Sus ojos brillaban, perdiéndose entre los míos.
—¿Qué pasa?
—¿Podemos hablar? —preguntó la chica frente a mí. Se veía vulnerable y hasta avergonzada.
—Tengo mucho frío —le dije sincera—, además ya es muy tarde.
—Pero podemos pasar —propuso la pelinegra, apuntando a la casa con su cabeza. Alcé una ceja, de manera inquisitiva—. Digo, si es que tú quieres dejarme pasar—me soltó la mano y con la misma se alborotó el cabello. Contuve las ganas de soltar una risita, ella se veía adorable cuando estaba nerviosa.
Solté el aire que estaba conteniendo en los pulmones y asentí —¿Quieres una taza de chocolate caliente?
Lauren alzó la mirada. Sus ojos brillando con alivio. Asintió con una pequeña sonrisa tirando de la comisura de sus labios.
—Entonces, vamos adentro, chica ruda. —este fue mi turno de apuntar la casa con la cabeza.
*

Same Mistake (Camren)Where stories live. Discover now