Capitulo 27.-

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No one's point of view.

Camila elevó la mirada con lentitud hasta posarla sobre el rostro de Lauren. Su ceño fruncido hacía que sus cejas cayeran un poco más sobre sus ojos, oscureciéndolos. Sus labios carnosos ahora formaban una línea firme y recta. Los puños cerrados con fuerza a ambos lados de su cuerpo haciendo que sus nudillos se volvieran blancos. La castaña tragó el nudo de incomodidad que se había formado en el inicio de su garganta y miró a Gigi. Sus ojos azules temblaban en su rostro, pidiéndole ayuda.
Camila soltó el aire que había estado conteniendo en sus pulmones sin darse cuenta y volvió a mirar a Lauren, sin antes, regalarle una pequeña sonrisa tranquilizadora a la rubia.
—¿Qué quieres? —habló ella— Si no te has dado cuenta, estas interrumpiendo una comida.
—¿Ah, sí? —Lauren la miró, arqueando una ceja con burla— Pero fíjate que no me importa una mierda interrumpir tu "cita". Le hice una pregunta a tu chica, así que debes cerrar la boca, cuando la rubia sin cerebro y yo estemos hablando.
Camila abrió sus ojos y la miró con incredulidad. ¿Desde cuándo Lauren se había convertido en una estúpida clasistas? Pues bien, eso a Camila no le importaba Jauregui. Claro que no. Después de haberle gritado todas esas horripilantes cosas en la escuela, ¿creía con el derecho de venir a pedir explicaciones? Cuando ella no estaba haciendo nada malo.
—¿Desde cuándo tan clasista, Lauren? —ella inquirió, alzando una ceja. No dejaría que Lauren se saliera con la suya y le arruinara la comida entre Gigi y ella. Si tenía que hacer enojar a Lauren para que él se largara de ahí, lo haría— No recordaba que fueras así.
—Me alegra sorprenderte —Jauregui rió con sarcasmo—. Ahora, responde idiota.
Gigi dudó unos instantes, pero después de pensar en los pros y los contras, decidió girarse y mirar a la chica de ojos verdes a la cara. Gigi no estaba haciendo nada malo, así que no tenía nada que temer. Pero tenía miedo, debía admitirlo por lo menos en su interior. Hadid ya se había enterado del expediente de Lauren y ya le habían contado sobre aquella paliza que le había dado a Hailee Steinfeld por un mal entendido.
—Yo...
—Tú nada, Gigi —la interrumpió Camila. Se puso de pie, y tomó los bordes de la mesa con ambas manos. Su mirada se conecto con la mirada verde de Lauren—. Tú no tienes por qué darle explicaciones a nadie.
—¿Así que... yo soy "nadie"? —preguntó Lauren, con voz ronca. Avanzó un par de pasos, quedando frente a frente con la castaña.
—Sí. Tú, no eres nadie —dijo, alzando la barbilla. Se mordió el interior del labio inferior y siguió hablando—: No sé si lo recuerdas, pero esta mañana te he dicho que tú por tu lado y yo por el mío.
—Sí, lo recuerdo —Lauren asintió, tirando al olvido a Gigi, concentrándose cien por ciento en aquella castaña pequeña de ojos claros—. Pero adivina una cosa, Camz. No me importa. No te haré caso. No me alejaré de ti.—
Camila rió y chasqueó la lengua, lanzando al olvido también a Gigi. Poco a poco, se estaba enojando, y si no se había desahogado lanzando toda la rabia como lo hizo Dinah con aquel policía, ella lo haría ahora. Con Lauren Jauregui.
—Pues, adivina tú una cosa ahora, amiga —remarcó la última palabra—.No me importa. Si tú no te alejas, me da lo mismo. Si tú no te vas, me iré yo.
Lauren frunció el ceño. Entrecerró sus ojos y dio un paso más adelante. Su pecho, con el de Alexis rozando. La mirada desafiante de la chica hacía hormiguear su cuerpo, pero se rehusaba a tomar en cuenta esas sensaciones. Ella la estaba desafiando, delante de la chica nueva. Y no se lo iba a permitir.
—No te dejaré —sentenció.
—Sí, como sea —ella puso los ojos en blanco, y por primera vez en esa discusión, se dirigió a su amiga— ¿Vamos a casa, Gigi? Esto ya me aburrió.
Gigi Hadid alzó la mirada e hizo una mueca. Se sentía realmente culpable. Camila negó con la cabeza, adivinando sus pensamientos. Gigi no tenía la culpa de nada. La rubia se puso de pie y con cuidado, rodeó el cuerpo de Lauren, el cual se encontraba rígido. Camila posó un billete sobre la mesa de propina para alguna mesera, cogió el teléfono y lanzándole una última mirada a su ex novia, comenzó a caminar hasta la puerta, siguiendo a su acompañante.
Cuando la chica iba a salir por la puerta, la cual era sostenida por Hadid desde la parte de afuera, un fuerte y no tan suave agarre se fijó en su antebrazo. Camila mordió el labio inferior con fuerza. Le musitó a su amiga un "Espera un momento" y Gigi asintió. La castaña giró su cabeza sobre el hombro y fijó la mirada, en aquellos ojos verdes que un día tanto amó. Y aun los amaba, pero quizás no con la misma intensidad.
—¿Qué? —vociferó un poco exasperada.
—Tú y yo tenemos una conversación pendiente y ni creas que te la dejaré pasar. —amenazó Lauren.
—Qué es lo que quieres, Lauren? —habló ella, ya cansada. Soltó su agarre y se giró por completo. Se hizo a un lado, para que las personas que necesitaban entrar o salir del local utilizaran la puerta.
—A ti —Jauregui se encogió de hombros—. Pero veo que no será tan fácil.
—Bien pensado, Sherlock —la chica asintió—.Ya lo sabes, Lauren. Tú y yo no somos nada, así que no me vengas ahora con tus dotes de novia celosa y posesiva, porque no te va.
—¿No me va? —Lauren alzó ambas cejas. Había estado pensando contarle a Camila que había recordado todo en unos días más pero ahora, a su punto de vista, la situación lo ameritaba— ¿Crees que no me va, aunque te diga que recordé todo?
—¿Eh? –ella preguntó, confundida— ¿Cómo que recordaste todo? ¿A qué te refieres con eso?
—A eso. Recordé todo. Todo lo que había olvidado, volvió.
El corazón de Camila Cabello comenzó a bombear con fuerza. La comisura de sus labios pedían a gritos levantarse y formar una sonrisa. Estaba contenta porque Lauren había recordado todo.
—Desde cuándo?
—Un par de semanas.
Camila abrió la boca para decir algo pero la cerró de inmediato. Si Lauren había recordado la memoria hace unas semanas atrás, eso significaba que cuando ella le envió el mensaje para pedirle ayuda con respecto a lo de Travis, ya se acordaba de todo. Lauren había hecho caso omiso a su mensaje de ayuda y realmente le importaba un carajo lo que a ella le sucedía. Y eso, a ella le dolía. Le dolía darse cuenta que para Lauren, solo era un objeto al cual reclamar como "suyo".
La barbilla de la muchacha tembló y sus ojos se llenaron de agua. La confusión nubló la vista de Lauren. ¿Por qué iba a llorar ahora?
—Eres una mierda de persona, Lauren Jauregui... —susurró ella, con la voz temblorosa y llena de rencor.
—Por qué? —cuestionó confundida— ¿Qué hice ahora?
—Hace unas semanas recuperaste la memoria ¿cierto? –ella preguntó, queriendo salir de la duda. La ojiverde asintió— Eso quiere decir, que hace una semana atrás, ya habías recordado todo ¿no?
—Sí. ¿A dónde carajos quieres llegar?
—¿Sabes a donde carajos quiero llegar? —ella gritó, en susurros— Cuando te envié el estúpido mensaje diciéndote que Travis estaba en la misma fiesta que yo, es ahí donde quería llegar, idiota.
—No, pero yo... —trató de hablar, pero ella lo interrumpió.
—Te odio —musitó ella, con la voz temblorosa. Lágrimas tibias corriendo por sus mejillas—. Eres una maldito egoísta. ¿Pero sabes una cosa? Ya no tendrás que preocuparte por mí porque desde hoy, no te conozco.
—Camz, tú no enti...
—Ahora, seré yo la que olvide todo, y el único recuerdo que tendré de ti, es el odio que siento por alguien llamada Lauren Jauregui.
Camila se giró y salió rápidamente por la puerta. Lauren cerró los ojos con fuerza, sintiendo esas palabras clavarse en su corazón.
"Te odio".
Eso había dolido mucho más de lo que se esperó.

Same Mistake (Camren)Where stories live. Discover now