Same Mistake (Camren)

Capitulo 41.-

Camila's POV.

El día sábado había llegado y con el lo había hecho el sol resplandeciente y caluroso, convirtiendo así el día mucho más agradable.
Hailee había pasado por mí, para ir juntas a tomar un helado.
Nos sentamos en un asiento, frente a una plazoleta llena de niños que jugaban entre sí. Los pájaros cantaban en la copa de los arboles, mientras que la temperatura aumentaba con el paso del día.
—¿Cómo vas con ese golpe en la cabeza? —cuestionó Hailee, sentada a mi lado. Me miró atentamente, mientras saboreaba su cono de helado con sabor a naranja.
—Bien —asentí, tomando un poco de helado, sintiendo como la sustancia  se derretía dentro de mi boca. Cerré los ojos, disfrutando de la sensación—. Ya casi ni molesta.
—Eso es genial. Pensé que te dolería después de haber pasado la noche.
—El golpe no me provoca dolor de cabeza —susurré, mirando fijamente a los niños que corrían con unos globos en sus manos.
—¿A qué te refieres?
Pestañeé un par de veces y miré a Hailee mientras seguía tomando helado. La californiana me miró, alzando una ceja visiblemente esperando una respuesta de mi parte. Fruncí el ceño.
—¿Qué sucede? —le pregunté. Mordí el cono del helado, escuchando en mis oídos como la galleta crujía dentro de mi boca.
—¿A qué te refieres con eso? —ella alzó su definida ceja derecha.
Sacudí la cabeza, un poco confundida. No sabía a qué se estaba refiriendo Haiz.
—No te entiendo.
—Camila..., me acabas de decir que justamente el golpe en la cabeza no te produce dolor exactamente. ¿A qué te refieres con eso?
—¿Yo dije eso? —hablé, realmente confundida. Hailee rió —Vaya, realmente no lo recuerdo.
—Será mejor que...
Hailee no terminó de hablar, ya que se vio interrumpido por un niño de más o menos siete años, que se detuvo frente a nosotros, con un gran globo en su mano.
Lo miré atentamente.
—¿Qué sucede, pequeño?
El niño no dijo nada, solo me tendió el globo verde pistacho. Lo recibí y el niño salió corriendo. Miré a Hailee y ella hizo una mueca. Miré el globo, y pude darme cuenta que era realmente lindo.
—Tiene una nota —musitó mi amiga. La miré y ella apuntó hasta el final del hilo que colgaba amarrado al globo—, ahí.
Desdoblé la pequeña nota, sin siquiera quitarla del hilo. Hice una mueca realmente confundida. En la nota, solo tenía escrita la letra "T".
—¿Qué dice? —cotilleó Steinfeld.
—Nada —lo miré bien—, solo viene escrita la letra "T".
—Que mierda más rara —mi  amiga soltó una carcajada.
Abrí la boca, para decir algo pero otro niño se acercó y tendió un globo de color magenta. Cuando tomé el hilo entre mis dedos, el pequeño salió corriendo.
Desdoblé la nota que se amarraba igualmente al final del hilo y en esta estaba escrita la letra "E"
—No sé qué carajos significa esto—solté una carcajada nerviosa, negando con la cabeza, a la vez que veía como esta vez una niña se acercaba a nosotros, con un globo celeste—. Ahora, en los tres globos, solo forma la palabra "TE A" —ambos reímos.
—Estoy siendo testigo de una declaración de amor —Hailee canturreó y silbó con burla. Rodé los ojos.
—Cierra la boca, Hailee.
Y así, se acercaron al cabo de unos minutos, tres niños más, con globos de diferentes colores, todos ellos con una pequeña nota y con una letra individual escrita en ella.
"TE AMO" había sido lo que todas las notas formaban. El estómago se revolvió al darme cuenta de quién era el causante de tal escena. Busqué con la mirada a aquella chica de ojos verdes, sintiendo la mirada expectante de Hailee sentada a mi lado.
El corazón comenzó a latirme con fuerza, cuando a lo lejos visualicé a Lauren, caminando con lentitud en nuestra dirección. Una hermosa sonrisa iba adornando su rostro. Con una mano derecha, sostenía un globo con forma de corazón.
Miré de reojo a Hailee y ella se encontraba estupefacto cuando la pelinegra se detuvo frente a nosotros. Lauren me tendió una mano y yo la cogí, poniéndome de pie. Besó mi mejilla con suavidad y sentí un millón de cosquillas en mi piel, cuando sus labios hicieron contacto con mi rostro.
Lauren me soltó la mano, y me tendió el globo que ella sostenía. Con la mano libre y sujetando los globos con fuerza con mi otra mano, desdoblé la última nota que colgaba del último globo.
"¿ME ACEPTARÍAS DE NUEVO EN TU VIDA?"