Same Mistake (Camren)

Capitulo 28.-

No one's point of view.

De: Dinah.
Para: Camila.
"Hey nena, Niall ya está aquí. Te esperaré en la entrada, porque lo veremos en el estacionamiento. Ilysm x"
Camila guardó el móvil en su bolso y trató de poner atención a los que el maestro Harftin decía acerca de los átomos y los protones.
El día miércoles había llegado y por consecuencia, el día en que el chico Niall, conocido de Dinah también llegó. Después de haber llegado a su casa, aquel día del enfrentamiento entre ella y Lauren, Camila se había propuesto cambiar completamente su actitud con la ojiverde. Lauren la llamó un par de veces pero ella no le cogió las llamadas. Cuando la ojiverde se dio cuenta que ella no atendería el móvil, prosiguió con los mensajes de texto y lo único que consiguió, fue que Camila le enviara un mensaje corto, pero claro: "¡Vete a la mierda!".
Al día siguiente, cuando Alexis y Jauregui compartían la clase de física cuántica, la castaña se dedicó a ignorarla por completo. De hecho, ella le había pedido a Ben Campbell, un chico que formaba parte del equipo de beisbol que se sentara con ella. Cuando Lauren vio que su asiento al lado de la chica estaba ocupado, gruñó por lo bajo y los ignoró a ambos, sentándose en el puesto de atrás, junto a Stella. Ella se había mostrado entusiasmada por el simple hecho de que Lauren Jauregui se había sentado junto a ella, solo por querer. Esa hora de clases, Camila sintió todo el tiempo la mirada fija de Lauren en su nuca.
Cabello suspiró y comenzó a dar golpecitos con el bolígrafo sobre el cuaderno. Marcó un ritmo imaginario con la punta de su pie, pensando en aquel chico que conocería en treinta minutos. ¿Cómo sería él? ¿Sería una buena persona? Por lo que Kendra había dicho, sí lo era. ¿Cómo haría para contarle toda la historia, sin poder llorar como una niña pequeña? El tema aun era demasiado delicado para ella y le costaba bastante hablar con personas y más aun si eran extraños.
—Camila —la chica de su lado picoteó con su codo el costado de la chica.
—¿Qué pasa, Ally? —ella giró a verla, y ella apuntó hacia el frente.
Camila Cabello siguió la mirada que apuntaba a su amigo y se encontró con el maestro Harfting cruzado de brazos con una ceja alzada. Al parecer, estaba esperando una respuesta de ella. Camila miró a todos lados, sintiéndose incómoda bajo la mirada de todos sus compañeros. Le dedicó una mirada de auxilio a Allyson, pero ella solo pudo hacer una mueca, y musitó un "Lo siento".
—Estoy esperando una respuesta, señorita Cabello... —espetó el maestro Harfting, con un tono de voz un poco enfadado.
—Yo... —Camila cerró sus ojos con fuerza, y tomó aire—. Lo siento señor, no estaba poniendo la debida atención.
—Eso me imaginé —el hombre bufó—. Para mañana, quiero un ensayo de quince hojas sobre la Química Orgánica, señorita Cabello.
—¿Qué? —inquirió ella— Señor Harfting, por favor... yo no qu...
—Es el ensayo, o detención por una semana, señorita —la interrumpió—. Usted elige.
—¿Debo entregárselo a primera hora? —ella susurró, con un poco de vergüenza, dándose por vencida. Prefería pasar una tarde completa haciendo un ensayo que una semana completa en detención.
—Buena elección, señorita Cabello —el hombre sonrió de lado, caminando al centro del salón—. Y sí. Lo necesito mañana, a primera hora en mi oficina.
Camila asintió y el profesor Harfting siguió dando su clase. De reojo, miró a Ally, la chica de pequeña estatura le tendió un pequeño papel, con su letra fea y cursiva.
¿Por qué estás tan distraída? Escribió Ally, fingiendo poner atención a la clase. Solo faltaban quince minutos para que el timbre tocara y ya algunos alumnos comenzaban a guardar sus pertenencias en sus bolsos.
Estoy algo nerviosa. Hoy llegó el amigo de Dinah, el detective ¿Lo recuerdas? Camila arrastró el papel por la mesa y Ally lo cogió. La teñida garabateó unas palabras y devolvió el papel hasta ella.
Claro que sí. Espero que todo salga bien, Camzi.

****
Camila caminó por el pasillo repleto de estudiantes junto a Hailee con dirección a la salida. A lo lejos, la castaña pudo divisar a Jane, que se estaba parando de puntillas para mirar sobre las cabezas de las bestias andantes, como ella solía llamar a sus compañeros.
Hailee, le hizo un saludo con la mano a la polinesia y ésta sonrió. Su mirada marrón se posó sobre Camila y le regaló una sonrisa tranquilizadora.
—¿Estás lista para ir a conocer a Niall? —inquirió Dinah, abrazando a su amiga.
—¿Quién es Niall? —cuestionó Hailee— Me siento excluida.
—Nadie que te importe, boba —Dinah Jane rió y Hailee rodó los ojos—. Es solo un amigo mío. Pero después te contamos con más detalles ¿vale?
—Vale. —Hailee sonrió, asintiendo con la cabeza haciendo que unos cabellos cayeran sobre su frente.
Ambas chicas se despidieron de su amiga. Dinah tomó la mano de Camila y juntas, salieron al aparcamiento del colegio. Algunos chicos se encontraban hablando en medio del camino y Dinah tuvo que empujarlos para poder seguir con su camino, recibiendo a cambio un par de malas palabras a lo que ella respondió elevando su dedo corazón.
—Mira —dijo Dinah—. ¿Ves ese chico que está allá? —la polinesia apuntó a un chico alto, que estaba apoyado en el capó de un automóvil.
—Sí, lo veo.
—Ese chico, es Niall —avisó Jane.
Camila estudió con detenimiento a aquel chico de piel pálida que estaba a unos metros de ella. Su pelo era rubio y con mechones castaños y sus ojos eran más azules que el océano. Su piel blanca lo hacía lucir aún más joven. Vestía completamente informal, con un pantalón ajustado a sus piernas, zapatillas de lona color negras y una remera del mismo color acentuando su figura.
—Cualquiera que lo viera, no pensaría que ese chico es un detective... —musitó Camila, cuando comenzaron a caminar, acercándose al chico.
—Esa es la idea, querida.
Cuando el joven detective se dio cuenta que Dinah era la que se acercaba, se paró bien y una sonrisa se dibujó en el rostro, haciendo que sus ojos brillaran. Camila tragó con nerviosismo, al percatarse que Niall Browning era mucho más guapo de lo que se imaginó.