Same Mistake (Camren)

Capitulos 9.-

Finalmente, el día en que Gigi compartía una clase completa con Lauren había llegado. Decir que estaba nerviosa era poco y es que en los últimos días que habían transcurrido, Lauren Jauregui se había encargado personalmente de demostrar su desagrado para su persona. Los malos comentarios y los malos comentarios estaban a la orden del día y era demasiado incómodo para Gigi. Intentaba hacerse oídos sordos a todo lo que le decía Lauren y es que las palabras le dolían y molestaban más que un puñetazo en el rostro. Camila le había dicho un par de veces que no se tomará en serio las palabras que le decía Lauren pero para Gigi era difícil, más cuando la seriedad era plasmada en el rostro de Lauren.

Intentado aplazar todo lo posible su ingreso al salón, Gigi se quedo conversando con Hailee después de que el timbre sonara pero ella no estaba poniendo mucha atención a lo que dijera Hailee ya que su mirada estaba puesta en Lauren quien se encontraba apoyada en la pared enfrente de ella, girando un lápiz entre sus dedos, mirándola fijamente.

-Oye...- Hailee llamó la atención de Gigi y le dio un leve apretón en el hombro-, no te preocupes. Ella no te va a hacer nada.

-¿De verdad?

No- Claro que si. Puedes estar tranquila.

-Pero es que...- Gigi se inclinó cerca del oído de Hailee- La gorila me da miedo

Hailee soltó una risota. A Gigi se le había hecho una costumbre llamar a Lauren de esa manera.

-Ella puede ser intimidante, lo entiendo, pero tienes que confiar en mí cuando te digo que Camila solo tiene que decir "Basta" y ella se detiene.

-¿En serio?

-Se nota que llevas poco tiempo aquí. Pronto lo veras, señorita. Y ahora ve, todos han ingresado y si no entras, no alcanzaras un puesto decente. Nos vemos después.

Gigi asintió acongojado e ingresó al salón, de inmediato. Al ver que la nueva chica entro al salón Lauren también lo hizo y celebró mentalmente cuando se dio cuenta de que el único asiento disponible era al lado de la rubia. Gigi se dio cuenta de que la ojiverde se acercaba al pupitre de su lado, masculló una maldición. Jauregui se acercó a pasos lentos, una sonrisa de medio lado, como si estuviera acechando a su presa.

-¿Qué hay cabeza teñida?- Saludo la ojiverde arrastrando la silla hacia atrás. Gigi la mira un poco ofendida. ¿Quién se creía esa chica para venir a molestarla? Ni siquiera se conocían.-¿Te han comida la lengua?

-No, pero tengo nombre ¿Sabes?- Farfulló Gigi más bajo de lo que quiso. Por un momento quiso hablar más alto y reprender a Lauren pero no se atrevía, debía admitirlo.- No me gusta que me llames de esa manera

Lauren soltó una risota, llamando la atención del maestro que acaba de ingresar

-Si, lo sé ¿Pero me ves preocupada?

Gigi Hadid rodo los ojos y se acomodó bien. El profesor se dispuso a dar su clase sin tomar en cuenta a los demás estudiantes. Gigi cogió uno cuaderno, y lo abrió para copiar los primeros apuntes que escribía el hombre en el pizarrón, sintiendo la mirada fija de Lauren.

-No te quiero ver cerca de Camila.- Lauren escupió después de unos minutos de silencio.

-¿Disculpa?

-Disculpa aceptadas, pero aún así, no te quiero ver cerca de ella, a no ser que quieras perder las córneas, para que no la mires más.

-Yo no me alejaré de ella.- sentenció Gigi, sin quitarle la mirada de encima a Lauren.- Ella me cae bien, y no por qué tú me lo digas te haré caso.

Lauren giró de manera lenta y fulminó con la mirada a la rubia. Gigi trató de mantener su mirada fría, pero era tan difícil. Los ojos verdes de Lauren se iban oscureciendo al paso de los segundos. Y Gigi se preguntó cómo era posible que Camila pudiera salir con una chica así; mientras ella era dulce y atenta, Lauren era la persona más arisca que ella había conocido.

-Te alejaras de ella por qué yo lo digo.

-Si, claro- Gigi rodeo los ojos soltando una risita.

Lauren se acercó más a Gigi con la mandíbula apretada. Lanzó una mirada rápida, y cuando estuvo seguro de que el maestro no estaba mirando a su dirección, susurró:

-Escúchame, pedazo de mierda, no te conozco, pero te voy a advertir que si no te alejas de ella te golpearé hasta que tus malditos ojos desaparezcan y no puedas mirarla más. Ella es mi chica y...

-¿Es tu novia?- lo interrumpió Gigi, se preguntó en voz alta lo que se había cuestionado los últimos días. Había oído hablar a Dinah y ante el silencio que se esparcía alrededor de Lauren, la rubia se convenció de que la ojiverde no era precisamente algo parecido a una novia de Camila.-¿No lo eres? Pues bueno, déjame decirte que no me alejaré de ella. ¿Y sabes por qué? Porque tú no eres su dueño y si ella quiere alejarse de mi, que lo haga por su propia voluntad.

Lauren convirtió sus manos en puños y se puso de pie, llamando la atención de todo aquel que se encontraba en el salón. Sus palmas picaban por golpear a la rubia, pero la voz del maestro lo detuvo.

-Jauregui ¿Sucede algo?- Cuestionó el hombre, acercándose de poco- ¿Tienes algo que compartir con la clase?

Silencio, nada más que silencio. Todas las miradas se encontraban en los dos últimos pupitres al fondo del salón. Gigi alzó su vista, y un escalofrío recorrió su espina dorsal, al conectar miradas con Lauren.

-Lauren, te hice un...

-Usted no se meta- gruñó Lauren, interrumpiendolo- Esto, es un problema entre Hadid y yo.

-Lauren, por favor- El hombre se acercó a la ojiverde- No te metas en más problemas. Hace pocos días ingresaste a clases. No vuelvas a cometer los mismos errores. Tienes todo un futuro por delante y...

-¿¡Le pregunte acaso!?- rugió Lauren con el pecho subiendo y bajando con rapidez. La ojiverde odia a sobre manera que se metieran en sus cosas. Estaba tratando de controlarse, pero no podía.- Nadie le está pidiendo un puto consejo, profesor. Así que, por favor, prosiga con la clase, que esto lo arreglaré yo.

-No puedo seguir con mi clase cuando tú me estás interrumpiendo.

Lauren rodeo los ojos y sin que nadie se percatara, agarro a Gigi de los bordes de su chaqueta y la piso de pie. Así mismo, la comenzó a arrastrar por él aula. La rubia no podía articular palabras, y le envió algunas miradas suplicantes a sus compañeros. Pero todo era como se esperaba. Nadie se metió. ¿Tanto miedo le tenían a Lauren?

-Lauren- advirtió Peters- si sales por esa puerta, te meterás en problemas.

-No me importa. Tengo asuntos que arreglar con esta idiota.

Y sin esperar una respuesta, terminó por arrastrar a la rubia hasta el pasillo, lanzándola fuerte contra la pared. Lauren lanzó el puño, cerca de la cara de Hadid y esta, pegó un pequeño brinco. Una sonrisa diabólica se dibujó en el resto de la ojiverde.

-Así que ahora... No eres tan valiente ¿eh?