15. Tablas de surf y olas

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Thomas.

En un principio Daniel se extrañó pero en seguida al comprobar por una pequeña acción, lo reconoció.

—¡Pero si es el pequeño empresario Aris!—exclamó.

Era él

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Era él.
El hijo de mi jefe, el señor King.
Nos conocíamos desde hace siete años atrás, durante una comida en la mansión de su padre, me ofreció un cigarrillo, el cual acepté y comenzamos a platicar, en ese momento pensé que se trataba de algún otro agente, jamás creí que era el hijo de mi jefe, recuerdo cuando su padre interrumpió nuestra platica para arrebatarle el cigarrillo de la mano, reclamándole que era malo para su salud, no sé como es que no se había quemado la mano en el acto, sigo sospechando que King era un maldito Targaryen, no me extrañaría verlo en un episodio de Juego de Tronos.

Al parecer el pequeño retoño de veinte años, tenía una enfermedad en el corazón por la cual su padre lo cuidaba a capa y espada. Aris incluso nos platicó a Chuck y a mi, que él quería ser Agente, pero su padre se lo prohibió por la adrenalina del oficio que a él le causaba arritmia cardíaca y entonces podría fallecer en cualquier simple misión donde hubiese que correr, así que dedicó el resto de sus días al estudio de las empresas turísticas, e incluso a su corta edad ya era todo un empresario con diferentes hoteles en diversos sitios de Inglaterra.

—¡Doctor Daniel!—exclamó Aris y fue a abrazar a Daniel así como al resto de la manada Neeson.

¡Claro!. Ese era la razón por la que tal vez los conocía. Daniel era cardiólogo, o mejor dicho.... Su cardiólogo.

—¿Qué hacen aquí?—les preguntó Aris.

—Adelaide se ganó el viaje como premio por ser de los mejores promedios en la facultad y pues nosotros aprovechamos.

—¡Genial!. ¿Y dónde está ella y tus padres?.

—Fueron con la familia del novio de mi hermana—respondió Daniel con cara de asco.

—Lo lamento—contestó Aris con duda, como  preguntándose si el comentario había sido correcto. En eso alzó la vista más allá del hombro de Daniel y entonces entrecerró los ojos para ver mejor y comprobar que fuese yo.

—¿Thomas?—bajé la colina con Dylan y Chuck a mis espaldas—. ¡Pero si son ustedes!.

—¿Los conoces?—preguntó Fred extrañado mientras nos señalaba como si fuéramos los vagos de la esquina del vecindario.

—Si. Ellos trabajan con mi padre. Ellos son los mejores agentes de la....

Debía a apresurarme o si no el teatro se caería en mil pedazos.

—¡Compañía!—grité por lo alto para que Aris se detuviera.

—Si bueno, de la Agencia—admitió Aris y yo casi me desmayaba al oírlo y al ver las caras de sorpresa de los Neeson.

💕𝑬𝒔𝒑𝒊𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑨𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 ✰︎ೃ °➫ 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora