💕𝑬𝒔𝒑𝒊𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑨𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 ✰︎ೃ °➫ 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂

24. El fin de un viaje

Thomas

Estaba dormitando, eran las cuatro quince de la madrugada cuando Fred me golpeó ligeramente en la nuca para despertarme.

—¿Qué sucede?—pregunté con los ojos entreabiertos.

—Es Dylan. Está afuera de la habitación—me contestó.

—Ahora voy.

Me incorporé lentamente de la silla, la miré por última vez, seguía profundamente dormida. Me agaché ligeramente y le di un último beso en los labios, ella no se percató del acto, la arropé y me encaminé hacia la puerta de la habitación, con sigilo y sumó silencio.

—¡Thomas!. Por fin te encuentro—exclamó Dylan, algo en su semblante reflejaba que había sucedido algo importante.

—¿Qué sucede?—le pregunté y sentí claramente el peso de las palabras en mi cabeza, me dolía horrores, probablemente debido a todo lo que había tomado esa noche.

—Sucedió algo. Debes acompañarme.

De inmediato cerré la puerta de la habitación, y lo seguí por los solitarios pasillos del hotel.

—Por cierto. Ya nunca más vuelvo a ser niñero de tu teléfono—Dylan sacó de su bolsillo el aparato y me lo entregó—. No podía encontrarte sabes la importancia de estar comunicados en este oficio, ¿cierto?.

El simple hecho de asentir con la cabeza, me revolvía el estómago e intensificaba el dolor de cabeza. No debí de haber exagerado con los tragos... Bueno de hecho no me arrepiento de ello, de lo contrario de no haberlo hecho, no hubiese pasado nada de lo que ocurrió con Adelaide.

No me arrepiento.

Llegamos hasta una de las torres del hotel, y nos dirigimos hacia el elevador.

—¿Y qué?—a Dylan se le hacía difícil entender mi sepulcral silencio—. ¿No vas a preguntar qué sucedió?.

—Si... Claro. ¿Qué demonios sucedió?—pregunté mientras Dylan apretaba el botón del último piso en el elevador, nos encaminábamos a una de las suites.

—Es curioso sabes, eso es lo que yo debería preguntarte a ti—me miró divertido, alzando las cejas como tratando de hacer que le contara todo y a detalle—. ¿No vas a contarme cómo es que terminaste en la habitación de los Neeson?—preguntó con picardía.

—No es nada de lo que tu mente sucia está pensando.

Dylan soltó una risa sin dejar de mirar el indicador de piso del elevador. 

—Ya estamos por llegar—anunció y en cuestión de segundos el elevador se detuvo, anunciando el piso y abriendo sus puertas.

Tan pronto y se dio a conocer el contenido del último piso, mi cerebro dejó de lado el malestar para comenzar a trabajar.
El último piso estaba lleno de policías, algunos colocaban cintas de seguridad, otros platicaban sobre el caso y otros más tomaban fotos y huellas alrededor de toda el área del crimen.

—No pueden pasar—nos detuvo un policía local .

—Somos de la Agencia de Seguridad y Negocios Privados de Richmond—Dylan mostró mi placa y la de él. Tras evaluarlas con la mirada el oficial nos permitió el acceso y Dylan me regresó mi placa. Caminamos por el largo pasillo, al parecer Dylan ya había obtenido información del caso y se dirigía rumbo a la escena del crimen.