43. Rescatando al doctor Neeson

254 28 8
                                    

Thomas

Tras una hora y media de luchar contra el despertador, me rendí ante el, el marcador finalmente quedó despertador cien, Thomas cero. Últimamente me daba igual en que día había despertado.

Tras hacer la rutina mañanera salí de la casa y me dirigí a almorzar al merendero de Bruno, el cual quedaba a dos cuadras de mi hogar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tras hacer la rutina mañanera salí de la casa y me dirigí a almorzar al merendero de Bruno, el cual quedaba a dos cuadras de mi hogar. Me llevé una bufanda al cuello, me ajusté el último botón de la gabardina y salí del lugar. El frío y humo de las calles me recibieron, en la banqueta aún quedaban pequeños charcos de agua, restos de la llovizna de anoche, los cuales lucían ahora como diminutos remolinos de grasa y agua.

Cuando llegué en frente del merendero el ruido del golpe en el cristal del costado me sorprendió y obligó a que me retirase los auriculares de los oídos.

Y ahí estaba sentado, como era de acostumbrarse con una hamburguesa en las manos. Chuck.

Me saludó con un gesto de mano y se incorporó ligeramente de su asiento, indicándome que me acercara. Entré al merendero y tomé asiento enfrente de él. Me quité los guantes y me desabroché un par de botones del abrigo.

—Le ofrezco la carta—dijo el mesero extendiéndome el escrito que podía arriesgarme a decir que me sabía de memoria.

Acepté la carta y en cuanto el mesero se alejó supe que era momento de hablar con Chuck.

—¿Alguna misión?—pregunté sin emoción.

—Dylan está por llegar—ignoró mi pregunta mirando su reloj de muñeca que tenía dibujos de dinosaurios.

No quería discutir sobre porqué Dylan vendría, me llevé las manos detrás de la nuca y hundí mis pensamientos en la madera de la mesa.

En eso la campanilla de la puerta indicó la triunfante llegada de Dylan. Con bufanda, un largo abrigo de vagabundo y un portafolio en mano entró al lugar, llamando la atención de un increíble numero de pares de ojos del lugar. Dylan Caminó hasta nuestra mesa y tomó asiento al lado de Chuck.

Todo aquello parecía tratarse de algo serio, como alguna corrupción, o una venta ilegal de drogas o armas nucleares.
Dylan me miró desconcertado, al principio la sonrisa que traía en el rostro se fue desapareciendo para crear una mueca confusa, esperando encontrar la razón del porqué no hablaba.

—¡¿Thomas cuanto tiempo más seguirás así?!—me preguntó pero hasta mis músculos se negaban a funcionar.

—Eso me dije a mi mismo. Primero fue un par de días, que después se convirtieron en un par de años—contesté, mi voz sonaba como si hubiese tragado una extraña poción de ingredientes rasposos y fríos—. Pero eso no importa ya. ¿A que han venido?.

—¡Por Aslan!. ¡No puedes seguir así!. ¡Vete!. ¡Estás peor que Evan Peters en Asylum!—dijo Dylan—. Hermano, sé que te duele, pero muchas veces te hemos dicho como poder solucionarlo y tú te niegas a hacerlo.

💕𝑬𝒔𝒑𝒊𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑨𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 ✰︎ೃ °➫ 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂 Where stories live. Discover now