23. Fearless

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Adelaide

—Besarte. Es más....te voy—se acercó a mí—. Te voy a besar ahora...

Su boca era provocativa cuando lo dijo. Era tan guapo, con aquel pelo revuelto, que hacía que lo deseara. Creí que se seguiría acercando pero no lo hizo, se detuvo a unos centímetros de llegar a su meta. Miraba mis labios como si no supiera si hacerlo o detenerse.

<<Róbale tú el beso>>.

La idea cruzó por mi cabeza. Pero de nuevo mi miedo me nominó. Supongo que era como en " Divergente ", algunos miedos por más que los combatieras, seguirían ahí, dentro de ti.

Me levanté y caminé hacia el mar. No miré su reacción, parecía como una loca que ah sufrido mucho, abrazándome a mí misma, caminaba rumbo al mar. Arrepentida. Cobarde.

Podría enfrentarme a dragones pero jamás podría enfrentarme a él.

Llegué hasta la orilla del mar, el agua salada iba y venía mojando mis pies, llenándolos de paz y tranquilidad, el sonido del mar bañaba mis oídos como una melodía que me recordaba a una canción de cuna, miraba más allá del mar, aquel espacio donde solo es negro, donde muchos veían un fin pero pocos veíamos un mundo oculto detrás de la oscuridad. Estaba ahí en el fin de los problemas, lejos de la gente, lejos de sus miradas, lejos del mundo, estaba libre de hacer lo que quisiera, sin embargo no lo hacía.

Siempre eh buscado la felicidad en los demás pero siempre me ha faltado el coraje para buscar la felicidad en mí misma.

—¡Así que eso es todo!—exclamó Thomas, quien al juzgar por el sonido de su voz, ya se había puesto de pie y estaba a unos metros atrás de mi—. ¡Simplemente te levantas y me dejas!—su voz estaba entre el sonido de la ebriedad y la sobriedad.

Escuché sus pasos acercase hacia mi hasta ponerse a un costado mío. No hice contacto visual, estaba ocultándome de mis miedos, el mayor tiempo que pudiera.

—Thomas... No es algo que quiero que ocurra. No lo planeé, nada de esto—cerré los ojos ignorando la lágrima que rodó por mi mejilla para sumarse a las aguas del mar—. Fue el detalle imperfecto en lo perfecto.

—¡¿Y qué?!—me reclamó—. ¡Me dejarás así!. ¡Esperando!—me tomó ligeramente fuerte del antebrazo pero yo lo esquivé caminando hacia adelante.

Ni siquiera me daba cuenta de lo que estaba haciendo. Avancé ya adentro del mar, en contra de las olas, me detuve cuando la altura del agua me mojaba hasta arriba de las rodillas.

—Es lo mejor... Así que supongo que eso es un sí—dije enfocando mi mirada en la luna.

Thomas se acercó más, al parecer era un momento en el que toda tu atención es consumida por un objetivo, ya que ni siquiera nos percatábamos de que estábamos discutiendo en medio del mar, con la marea ligeramente agitada debido a la luna llena.

Permaneció en silencio, viéndome, enojado, impaciente, esperando el más mínimo sonido o palabra de mi boca.

—¡Bien!— se quejó y yo seguí caminando como podía, quería huir de ahí, huir de mi miedo, huir de su oscuridad, huir de él—. ¡Te diría que hicieras lo que quieras Adelaide!.

Me detuve al oír mi nombre saliendo de su boca con un toque de odio. El agua me llegaba hasta la cintura, en otro tiempo hubiera deseado que esta me tragara, pero ahora no, estaba empezando a molestarme con él. Él no tenía la menor idea de lo que me hacía pensar, ni de la situación en la que me encontraba.

💕𝑬𝒔𝒑𝒊𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑨𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 ✰︎ೃ °➫ 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora