21. Lágrimas

418 51 97
                                    

Thomas.

No pude dormir bien de la emoción. Ya quería despertarme y mirar al ridículo de Bash cayéndose al agua.

Y así fue tal y como sucedió.
Los gritos del idiota me despertaron de golpe.
Todos nos desenvolvimos rápidamente de las abrazadoras cobijas y salimos corriendo al lago.

Y ahí estaba el estúpido de Bash tratando de mantener el equilibrio en el colchón inflable, pero el idiota no lo logró por mucho tiempo, al poco rato ya se había caído de espaldas contra el agua.

Nosotros y el clan Neeson comenzamos a reír. Pobre me imagino cuánto frío debió de haber tenido, ya que eran las seis de la mañana, aún había rastro de neblina y el agua estaba sumamente fría.

Volteé aún sonriendo y me encontré con Adelaide estaba en pijama, que estaba compuesta por un pantalón rosa con dibujos de vacas, una playera de manga corta morada que cubría con un suéter ligero de color rosa, estaba riéndose, y en cuanto notó mi mirada sonrío y me guiñó un ojo, sabía que era obra de nosotros y lo mejor de todo era que le había divertido.

Sebastián regresó nadando como pudo debido a la incomodidad que representaba el traer puesta la pijama. Llegó hasta la orilla y los gemelos lo recibieron con aplausos en medio de carcajadas. Yo no paraba de mirarlo como si fuese un detestable insecto mientras me cruzaba de brazos sonriéndole cínicamente. Estaba empapado de los pies hasta la cabeza y además estaba furioso, mostraba los dientes cual perro rabioso, los ojos parecían salirse de sus cuencas y el color de su piel ya no era blanco sino rojo.

—¿Qué tal dormiste Bash?—le preguntó Henry.

Él no contestó, solo siguió caminando y justo cuando pasó a mi lado, no pude evitarlo.

—¿Soñaste con pescados?—le pregunté y los demás rieron.

Bash se volteó violentamente hacia mi, quedamos frente a frente retándonos a golpes con la mirada.

—Escúchame bien Sanderson—dijo alzando un dedo para señalarme—. No creas que no me eh dado cuenta de cómo la miras, sé que en cuanto yo doy la vuelta, tú aprovechas para hablarle, pues sabes que—yo permanecía inmóvil cerrando la mandíbula con fuerza y aguantando las ganas de golpearlo—. Aprovecha el tiempo porque en dentro de poco todo cambiará.

Pobre estúpido, creé que podía venir y "amenazarme". Sebastián se largó rumbo a su tienda de campaña.
No sabía con quién se estaba metiendo y peor aun, a quien estaba retando.
Hubiese sido tan fácil tomarle el cuello y rompérselo, pero no lo haría, porque su mayor castigo sería el ver que yo ganara.
Y voy a ganar.

El resto del día fue el regresar al sendero del bosque para regresar a la estación de autobuses, para que nos regresarán al hotel. Durante el trayecto no concilié el sueño ya que mi mente trabajaba a mil por hora tratando de armar planes y estrategias como si fuese un rey, quien partiese a una guerra.

 Durante el trayecto no concilié el sueño ya que mi mente trabajaba a mil por hora tratando de armar planes y estrategias como si fuese un rey, quien partiese a una guerra

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
💕𝑬𝒔𝒑𝒊𝒂𝒏𝒅𝒐 𝑨𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 ✰︎ೃ °➫ 𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂 Where stories live. Discover now