Thomas Sanderson: uno de los mejores agentes secretos se verá envuelto en la aventura de su vida, al aceptar una misión que le dará la oportunidad de obtener el cargo que tanto desea; pero no será fácil. Todo cambiará cuando se enamore de la chica q...
Sus sonrisas. Son algo que me hacen recordar a su padre. Sobre todo la de Leia, tan fresca y radiante, pero también están los bellos ojos de Luke, azules como los de mi padre y los míos, según su tío Daniel, Luke es un mini clon de él.
El paisaje era simplemente hermoso, aquel lago West Water, que nos había visto pasar por tantas cosas, nos continuaba mirando desde cerca, peor ahora no solo a nosotros sino también a nuestros hijos.
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Los sonidos del agua, la brisa del viento, las risas de ellos y los ladridos de nuestro perro al correr. Nada podría ser más perfecto.
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Leia insistió en traer consigo su red para atrapar mariposas, aunque ella prefiere atrapar lagartos. Trepaba un árbol en busca de una lagartija que había estado persiguiendo durante toda la mañana. Creo que si alguien romperá la cadena de médicos en mi familia será ella. Puedo ver a una gran bióloga detrás de esa pequeña estatura, de cabello dorado y ojos oscuros que lleva puesto el vestido azul moteado que su tío Henry le regaló en su cumpleaños pasado. Era una pequeña niña a la cual le encantaba vivir las aventuras de los libros en la vida.
En cambio él siempre fue diferente a ella. Con aquellos ojos azules que lucían estar tristes, recorría los renglones de un libro cada noche antes de irse a dormir. Pero Luke no siempre era tímido, aveces gustaba de jugarle junto con su hermana bromas a su padre, o incluso al pobre perro gigante de la casa. Luke permanecía sentado en la orilla del muelle con la caña de pescar en mano y con los pies descalzos colgando arriba de las aguas del lago, parecía todo un granjero con su overol de mezclilla, playera roja y su sombrero café. Inteligente y tímido, ese era mi Luke.
Lo sé, han de estar pensando que se llaman como los personajes de Star Wars, bueno es verdad, por ellos les pusimos así. Era invierno y como en todas las temporadas decembrinas la familia Neeson se sentaba a ver un maratón de las películas de Star Wars, fue entonces cuando Thomas saltó del asiento diciendo que ya sabía el nombre de nuestros futuros hijos.
Ahora que los veo tan felices no puedo creer que los haya hecho esperar tanto su llegada. Thomas insistía cada año, desde la Navidad de aquel año en el que Daniel y su esposa dieron a conocer la noticia de que estaban esperando a un bebé. Desde ese entonces la idea se le introdujo en la mente. Fueron tres años de espera para Thomas y cuatro años de miedo para mí. Tenía miedo, era la verdad. Además no podía por mi carrera, bueno la verdad está última era solo una excusa tonta. Ese miedo que había en mi solo aumentó más el día en que casi me desmayaba durante una operación y que tras realizarme los estudios, me dijeron lo que Thomas había estado esperando tanto en escuchar, pero eso no fue todo, el miedo estalló cuando me dijeron aquel día que no estaba esperando un bebé sino dos.
