Thomas Sanderson: uno de los mejores agentes secretos se verá envuelto en la aventura de su vida, al aceptar una misión que le dará la oportunidad de obtener el cargo que tanto desea; pero no será fácil. Todo cambiará cuando se enamore de la chica q...
Llevábamos ya dos semanas invernando en casa, y por invernar me refiero a no hacer mucho más que ver películas y disfrutar los últimos días de las vacaciones de verano.
Era bueno estar en familia, tirados en el sofá con una cobija y platones de gomitas y palomitas. Pero desafortunadamente no todo podía ser así...
Era de mañana, para ser exactos eran las cinco en punto de la mañana, papá, mis hermanos y yo ayudábamos a subir el equipaje a la camioneta. Estábamos a punto de partir rumbo al lago Wast Water. Llevábamos demasiadas cosas, desde un sin fin de ropa del diario hasta los trajes de gala para la boda. Boda, la palabra que ahora era sinónimo de maldición. El tiempo se agotaba como el correr de un estación. Por más que me empeñara en ponerle un fin, él seguía negándose, tal vez después de todo Thomas no deseaba que suspendiera la boda, tal vez había un motivo más fuerte en su vida para dejar todo como estaba.
No sé a que le temía más a una vida de amor de mentiras o a no ser correspondida.
Nos acordamos ver en la casa de Bash, ya habían reparado la puerta que rompí el día en que asaltamos su casa y lo mejor de todo fue que nadie sospechó nada. Salimos bien librados.
De la casa de Bash partiríamos todos juntos rumbo a Wast Water. Aris dijo que nos alcanzaría en el lago.
El carro arrancó empezando nuestro recorrido hasta el lago. No sabía que pensar respecto a lo que estaba a punto de acontecer. Una boda, un novio, y el chico del cual me enamoré. Era una mala combinación si lo acomodas en el incorrecto orden.
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Thomas
Ese día se cumplía el plazo de tres días antes de la boda y yo seguía siendo el mismo cobarde de hace tres años. En ese momento era demasiado terco para ver que mi error era el no querer admitir mis sentimientos, me hubiera evitado tanto si solo le hubiera dicho " te amo ".
El sonido del claxon de una van se hizo presente. Estábamos en la casa de Aris esperando a Dylan y Chuck, quienes supuestamente traerían el vehículo en dónde iríamos al lago Wast Water, ya que nuestra camioneta había sufrido diferentes daños causados por la noche del asalto a la casa de Bash, como el vidrio de la parte trasera que rompió una de las balas del rifle de caza del señor Franck, por lo que fue necesario llevarla al mecánico.
Nos pudimos haber ido en alguno de los autos de lujo de Aris, pero el niño rico solo tenía autos para máximo cinco personas y ustedes dirán, pero si son cuatro ¿no?, no se olviden del equipaje, de todas las maletas de los cuatro, estoy seguro de que no cabrían en esa pequeña cajuela y más conociendo la magnitud de nuestro equipaje.
