CAPÍTULO 4

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Derek:
Hoy he despertado con el mejor humor del mundo, pues por fin se pone en marcha mi plan hacia la libertad. Todo tiene que salir perfecto, es una oportunidad única y por esa razón, esta mañana he citado a una reunión a todos los protestantes de la zona.

Antes de dirigirme al laboratorio dejo a Carly con el señor Hugo, un anciano que cuida a todos los niños de la cuadra, cuesta algo de dinero, pero no me queda de otra, Kalem irá conmigo y papá se ha ido a trabajar mucho antes de que nos despertásemos, algunas veces me siento mal por su situación; no, la verdad es que más que sentirme mal, me da rabia su situación. A pesar de que ha estudiado medicina y tiene cuatro especialidades, él trabaja de cargador en el mercado más cutre que existe en Hatchbean. Todo es culpa del sistema. Apenas se enteraron que somos protestantes lo despidieron de su trabajo en el hospital y no lo contrataron en ningún otro lugar. La gente ya no se acerca a nosotros, aquellos que se hacían llamar nuestros amigos ni el saludo nos responden, pues en esta sociedad apenas uno dice ser protestante se vuelve invisible. Cuantas ganas tengo de cambiar esta realidad.

Cuando llego a la reunión con Kalem, todos ya están esperándonos en el callejón del laboratorio, me aproximo y saludo con la mano a los que puedo. Esta vez hay mucha más gente de la que normalmente viene, supongo que es porque he citado también a los vigilantes que son más de veinte.  Apenas entramos en el laboratorio abro el mecanismo de puertas secretas que Magy ha instalado para que nuestras reuniones sean más privadas, todos entran siguiéndome el paso.

—Muy Buenos días— los saludo con una gran sonrisa mientras se acomodan en el salón— los he citado a esta reunión de emergencia porqué les tengo una noticia importante— Magy me interrumpe casi gritando.

—Dery, habla de una vez que ya nos has tenido a la expectativa desde las seis de la mañana— odio que me diga Dery, pero dejo que lo haga solo porque la quiero demasiado. Magy es nuestra salvación, ella era una científica de tantas que trabajaban para el gobierno, ahí aprendió muchas cosas es por eso que es de gran ayuda cuando necesitamos deshacernos de todos esos aparatos modernos que tiene la orden.

—Tranquila Magy, ahora mismo les explico — la calmo antes de volver a hablar — Lo que sucede es que la orden nos mandará una infiltrada hoy, justamente en la reunión de esta noche y pues planeo tomarla de rehén para poder pedir los planos de la maquina a cambio de devolverla sana y salva— todos sonríen cuando menciono los planos.

— Pero ¿cómo sabremos quién es? — pregunta un vigilante.

—Será la única persona nueva en el grupo, sé que es constante la integración de nuevos miembros, pero en las tres pasadas reuniones no ha llegado nadie nuevo, por lo tanto, dudo que hoy llegue alguien además de ella. También hay que tomar en cuenta que las probabilidades de que una mujer se integre a nuestra causa son escasas— es difícil no darse cuenta de eso pues de las cincuenta personas que hay en el cuarto solo doce son mujeres.

—Pero, ¿cómo es que llegará sin que nos demos cuenta de que entró en nuestra zona?, nosotros los vigilantes siempre revisamos los camiones del gobierno que entran a este lado de la ciudad y supongo que si quieren pasar desapercibidos la traerán por tierra y no por aire.

— Tienes razón lo más seguro es que la traigan por tierra, lo positivo de eso es que no habrá espacio para mucha seguridad.

— ¿No han pensado que puede venir por el subterráneo? — pregunta Kalem.

—Sí, es verdad— dice Magy

—Nosotros nos encargaremos de eso— habla el líder de los vigilantes que me parece se llama Berny.

— Genial, pero ¿cómo harán para cubrir el subterráneo y las carreteras al mismo tiempo? — le pregunto.

—En cada punto siempre somos de dos a tres personas, enviaremos a la mitad abajo— me responde Carlos, otro vigilante.

Entre dos mundosWhere stories live. Discover now