CAPÍTULO 46

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¡ADVERTENCIA! 

este capítulo tiene escenas fuertes que pueden dañar la sensibilidad de algunos y si eres menor de edad también te sugiero discreción. 

Derek:

Sí, puede que esté un poco muy alcoholizado. Sí, puede que Emma también lo esté, pero algo es seguro, nuestras barreras han caído después del segundo o tercer shot de tequila. Me siento extrañamente feliz, entusiasmado, solo quiero divertirme y todo me parece hermoso, en especial, Ella.

Se que es estúpido y que probablemente esto que siento no es si quiera un sentimiento mío, pero es tan real y tan propio, que no puedo aguantarlo más dentro de mí. Emma está diferente, está concentrada en mí, tanto como yo lo estoy en ella, puedo sentir la electricidad que corre por sus dedos apoyados en mis brazos y también puedo sentir como se ha desligado de las preocupaciones del nuevo mundo.

Una canción desconocida para mí, empieza a sonar en los altavoces del lugar, Bea pega un grito.

—¡Amo esa canción! — nos grita con entusiasmo, el ritmo es familiar, es algo muy parecido a la música del nuevo mundo—. ¡Amo la bachata! — chilla Bea de nuevo— Emma y yo reímos por su exagerado entusiasmo.

—¿Sabes bailar esto? — Me pregunta Emma algo tímida, me gusta esta Emma, la que no anda a la defensiva, ni preocupada, ni enfadada con el mundo, la que solo es ella, con su ser verdadero a flor de piel.

—No, pero puedo intentar. Solo imitaré lo que hace Bea— le respondo. Entonces tomo a Emma por los brazos y la llevo hasta donde se encuentra Bea con mi hermano, me pongo al lado de ella y empiezo a imitar los pasos que hace, la verdad es que le cojo el hilo bastante rápido. Bea me sonríe y me hace señas para que tome las manos de Emma, le hago caso sin dejar de bailar.

—Inténtalo— animo a Emma. Emma me mira sonriente y se fija en lo que hago con los pies, intenta seguirme. De pronto ambos estamos moviéndonos al ritmo de la música, o al menos eso es lo que quiero creer, en mi mente somos unos bailarines estupendos.

—Tienen que pegarse más, más juntos, así— Nos explica Beatriz empujándonos por la espalda para que nos acerquemos el uno al otro, lo hacemos y dejamos de bailar por un instante, tomo a Emma por la cintura acercándola a mí y sí, me pongo nervioso. Miro a mi alrededor y todas las parejas están así o más juntas que nosotros.

—¡Sigan bailando lo estaban haciendo muy bien! — nos anima Beatriz, Emma y yo salimos del trance y sin separarnos empiezo a mover los pies de nuevo, Emma me sonríe y hace lo mismo.

—Se parece mucho a la música de la zona A— Me dice Emma—. Es fácil cogerle el ritmo— Está sonriendo. Decido apartarla y hacerle dar una vuelta con la mano para luego, volver a traerla hacia mí.

—Entonces enséñame tus mejores pasos— la reto mirándola fijo. Me devuelve una mirada desafiante y me sonríe. Se empieza a dejar llevar por la música cerrando los ojos y baila, baila como nunca, no lo hace tan bien como Beatriz, pero siento que lo disfruta tanto, que no puedo evitar sonreír al mirarla.

—¡Oh por Dios voy a llorar con esa canción es tan hermosa! — Grita Bea de nuevo cuando suena una nueva canción.

Es el mismo ritmo de antes, pero esta vez es mas lento y transmite una energía diferente. Instintivamente me sujeto a la cintura de Emma, ella se acerca como si hubiéramos coreografiado el baile antes y supiera que es lo que debe hacer con exactitud. Una voz masculina empieza a cantar y yo estoy perdido en sus movimientos, en como me mira y en lo juntos que estamos, sin perjuicios y sin miedo, solo bailando. 

(les pongo la canción para ambientar mejor la escena si gustan pueden escucharla mientras leen)

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora