Entre dos mundos

CAPÍTULO 28

Emma

Al abrir los ojos me alegro de ver el familiar techo color marfil de mi cuarto. Extrañamente, contrario a lo que yo pensaba; anoche, el encuentro con mi padre fue de lo más normal. Le conté todo lo que pasó, obviamente omití las partes en las que aparece Derek, pero nos echamos unas buenas risas hablando de lo inteligente que fui para persuadir a Gwen sobre mi plan.

Al llegar a casa no vi a mi madre, y ni siquiera me molesté en preguntar por ella, solo me despedí de papá y me metí en cama. Definitivamente la mejor noche que he tenido en mucho tiempo.

Miro mi iophone esperando encontrarme con mensajes de las protectoras que ya se han enterado de que regresé a Urbem, y apenas desbloqueo la pantalla veo como los mensajes llegan por montones.

"me muero por verte"

"tienes que contármelo todo"

"tenemos que hacer una fiesta de bienvenida"

Son algunos de los mensajes que llego a leer mientras siguen llegando más. Antes de contestar, bajo a la cocina por mi desayuno. En la planta baja se encuentra nuestra cocinera Rose, que hace unos huevos revueltos que seguramente son para mi madre, el olor llega a mis fosas nasales incluso antes de que pueda ver a Rose.

—Buenos días— le digo con una sonrisa entrando en la cocina.

—Buenos días Emma, ya te extrañábamos por aquí— me responde sin quitar la vista de la comida.

—Y yo a ustedes, en especial a la comida deliciosa que tus bellas manos preparan— le digo saboreando mentalmente el sándwich de pollo que solía desayunar antes de irme a la periferia. Rose suelta unas carcajadas.

—Me imagino que allá no habrá mucha comida— me dice aun sonriendo. Luego me dirige una mirada llena de picardía y emoción — ¿Qué te parece si hago un Sandwich de pollo con doble Bacon? — me propone guiñándome el ojo.

—Te estaría eternamente agradecida— le digo cogiendo una manzana de la encimera de la cocina.

—Dalo por hecho— me dice sacando los ingredientes de la nevera.

Mientras espero por mi sándwich le doy un mordisco a la manzana y me dirijo a la sala para ver un poco de televisión. Voy cambiando de canal constantemente sin prestar mucha atención a lo que ven mis ojos, en eso empiezo a pensar de donde sacaré unos planos falsos para dárselos a Magy y así ganarme algo de tiempo con ella. Estoy casi segura de saber en qué cajón guarda mi padre los papeles de viejos proyectos con la orden, pero puede que este bloqueado con algún sistema de seguridad.

Mi iophone empieza a sonar en tono de llamada, es Gretel que seguramente ya se ha enterado que regresé.

—Hola...—no puedo terminar la frase porque Gretel me interrumpe.

—Tenías que haberme avisado que regresabas. Así habría tenido tiempo de organizar algo— me dice casi gritando.

—Estuve muy ocupada— le digo dándole otro mordisco a mi manzana.

—Lo se Em, en verdad te he echado mucho de menos­, me alegra poder verte hoy­— me dice con entusiasmo —. A parte, tu cumpleaños se acerca cada vez más, tenemos que organizar la fiesta más exclusiva e impresionante de Urbem.— había olvidado la fiesta de mi cumpleaños, hace meces empezamos con los preparativos, pero gracias a la misión ni siquiera se me ha pasado por la cabeza el atuendo que voy a llevar.

—Sí, tiene que ser perfecta— le digo mientras pienso en la gran noche.

Mientras sigo hablando con Gretel llega Rose con mi sándwich, siento como mi estómago ruge al sentir el aroma a bacon. Apenas lo pone en la mesa, lo tomo y le doy un mordisco, se siente increíble poder comer comida normal al fin.