CAPÍTULO 45

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Emma:

La casa que hemos comprado con el dinero de las Joyas es de las más grandes y lujosas que he podido ver por este lugar, tiene tres pisos, cinco habitaciones y tres baños. En la parte trasera tenemos un patio enorme, con piscina incluida. A primera impresión se ve elegante, pues la casa es casi toda blanca por dentro y por fuera, tiene un suelo brillante y resbaladizo y el cielo raso del salón, del cual cuelga un candelabro con pequeñas piedras swarovski, se eleva por lo menos 10 metros sobre mi cabeza. Obviamente no le llega ni a los talones a mi casa en Hatchbean, pero está mucho mejor que la casa de Beatriz, aunque debo decir que estos días nos los hemos pasado más en casa de ella que en la nuestra.

El dinero que conseguimos, al parecer es bastante, ya que después de haber comprado una casa, dos automóviles, mucha ropa y cinco artefactos parecidos a los iophones, nos sobra un poco más de la mitad.

Llevamos casi tres semanas aquí, estoy empezando a pensar que no podremos regresar a nuestro tiempo. Magy cada día está más frustrada y todos los intentos de extraer la información del iophone estropeado han sido un fracaso. Beatriz por otro lado, no se rinde en absoluto y nos ha ayudado demasiado, ha conseguido el dinero y la casa, incluso nos ayudó a comprar ropa, para que parezcamos personas "normales". Les dijo a todos sus conocidos que somos científicos e ingenieros y que, vinimos desde Estados Unidos para ayudarla con un proyecto muy importante.

Se ha corrido la voz, ahora somos la novedad en este lugar. Cada vez que salimos a la calle, la gente nos saluda y nos mira sonriente, incluso los dueños de las tiendas y los puestos de mercado, nos regalan alguna que otra cosa cuando vamos a hacer la compra. Todo muy diferente a cuando andábamos sin rumbo después de haber caído en el desierto.

Estas tres semanas casi no hemos salido de la casa, solo miramos la luz del sol cuando vamos a casa de Beatriz para apoyarlas a ella y Magy con lo de iophone. La verdad es que no somos de mucha ayuda, pero decidimos que era mejor pasar desapercibidos en la ciudad, mientras el problema se soluciona.

La monotonía de los días empieza a hacerme sentir melancólica, extraño a mi familia y extraño mi época, no me acostumbro a conducir los carros de tierra, ni a usar los iphones que son demasiado obsoletos y ni hablar de el internet es la cosa más lenta que puede existir.

Para empeorar aún más las cosas, desde aquella noche en el hotel, Derek y yo no hemos hablado más que para cosas realmente necesarias y para rematar, nadie en la casa habla conmigo, solo Magy cuando no está metida en el taller con Bea o maldiciendo a Diego y todos los protestantes por meternos en esta situación. Kalem literalmente me odia desde que llegamos aquí y Diego decidió hacer como si no existiera. Creo que Derek aun esta en shock por lo del experimento y todo lo que pasó antes de que lleguemos aquí, por eso decide evadirme, porque sabe que, si hablamos, será inevitable tocar el tema de lo que nos hicieron durante todos estos años.

Yo tengo mil preguntas al respecto, quisiera poder disipárselas a alguien, seguramente él también las tiene. Quisiera que hable conmigo o que al menos quiera escucharme y no cambie de tema apenas empiezo a mencionarlo. Entiendo que le afecta más que a mí, porque este experimento le costó perder a su madre y la vida a la que estaba acostumbrado, sin mencionar las seguramente dolorosas cicatrices que tiene en toda la cabeza, pero creo que es la única persona que podría comprender como me siento en este momento. La decepción, la sensación de estar siendo observada a cada minuto, el cuestionarme si este viaje en el tiempo es parte de el experimento, el cuestionarme si algo de lo que siento o sentí es real, o solo es un resultado de lo que hicieron conmigo y con Derek.

— Estamos yendo a la casa de Beatriz, ¿quieres venir? — me pregunta Derek del otro lado de la puerta de mi habitación.

Si es el único giro interesante que puede dar mi vida en este momento, pues si, quiero ir, estoy harta de estar encerrada en este cuarto rumeando las ideas que me atormentan desde que llegamos.

Entre dos mundosWhere stories live. Discover now