CAPÍTULO 14

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Derek:

Miro las casas pasar con rapidez mientras nos dirigimos a la casa de los vigilantes en la furgoneta de Berny su líder; Magy no deja de quejarse de mi retraso en la casa y Berny parece estar irritándose con tanto parloteo. Cada tanto le lanza una mirada cabreada sin lograr que se calle.

— Magy, esto va más allá de la infiltrada y la misión, esto se trata de Kalem— le digo para que deje de molestarme.

— Derek yo sé que Kalem te preocupa, pero como ya te dije antes. no le hará daño experimentar un poco, además de que Cleo es una chica muy guapa— Magy me da unos codazos en las costillas, lanzando unas risitas— por cierto ¿Qué hiciste con ella en tu cuarto?, ¿no será más bien que tienes celos de que se haya fijado en el?— me pregunta con una mirada acusadora.

— Oh Derek no conocía ese lado de ti— se Mete Berny haciendo burla. Magy ríe a carcajadas.

— Ya basta chicos, no es lo que piensan— refunfuño algo tenso.

— Entonces dime de una vez, ¿qué hacías con ella ahí dentro? ¿Y por qué tardaste tanto?— sus preguntas me ponen nervioso. ¿Será que han escuchado algo?

— Simplemente quería advertirle que no se meta con Kalem— le digo intentando sonar tranquilo.

— ¡Hombre!, déjalos en paz— Magy me está sacando de quicio.

— Magy, tú no sabes lo que se siente ser borrado por una persona que amas, yo lo he vivido y no le deseo ese sufrimiento ni a mi peor enemigo, es por eso que quiero proteger a Kalem, dime tu ¿Qué hago si termina enamorándose y ella lo borra?, ¿cómo hago que lo supere si ni siquiera yo he podido superarlo aun?— le digo sintiendo los ojos cristalizados.

— Vale, vale. No es para que te pongas así— me consuela dándome un abrazo.

— Es que tú no sabes cómo se siente – digo tomando una bocanada de aire.

— Tienes razón no lo sé. Ahora tranquilo y hablemos de algo más— siento como su mano frota mi espalda con cariño.

— La verdad es que ya no quiero hablar— le digo apartándola de mi lado.

— De todas formas ya hemos llegado— nos dice Berny estacionándose en la puerta de la casa de los vigilantes.

La casa de los vigilantes es la más grande de toda la periferia de Heatchbean y la más lujosa también, los vigilantes fueron los primeros protestantes en la historia del nuevo mundo, es por eso que son los guardianes de la zona, hace unos meces me ofrecieron ser parte de ellos, pero tuve que rechazar la oferta pues ser vigilante, aunque te da más ingresos que ser un protestante común demanda mucho tiempo y no podría dejar a mis hermanos solos.

Cuando entramos en la casa puedo sentir el olor a moho en el ambiente. Caminamos por un largo pasillo y cuando estamos a punto de llegar a la puerta que se encuentra al fondo mis tímpanos vibran con el sonido de gritos que provienen del interior del cuarto, siento un escalofrió que corre por mi cuerpo.

Berny abre la puerta, cuando entramos todos se dan media vuelta. Los vigilantes nos saludan a los tres con una sonrisa, detrás de ellos logro ver un hombre pelirrojo tendido en el suelo atado de pies y manos y con la boca tapada. Sus ojos cafés me claman por ayuda, realmente odio que lastimen a las personas, pero algunas veces no hay otra manera de ganar las batallas.

Berny les pide a la mitad de los vigilantes que vayan al cuarto contiguo, mientras la otra mitad se queda al resguardo de Aron; nosotros vamos detrás de ellos para así poder discutir la información que han conseguido.

— Muchachos, un resumen de la información que nos ha dado el prisionero— les dice Berny a todos.

— No ha dicho mucho, nada más nos ha dado un nombre— responde el segundo al mando. Estoy esperando con ansias que diga Cleo.

Entre dos mundosWhere stories live. Discover now