31. ¿Y Paris? (Parte 2)

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Capítulo dedicado a... lo diré al final del capítulo o arruinaré la sorpresa.

Esta es la segunda parte y las dudas serán respondidas al final, pero si les surgen más, comenten.

EL RETO SIGUE EN PIE.

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-Travesura realizada -musité, con la punta de mi varita apoyada sobre el mapa.

Los dibujos, trazos, letras y huellas del mapa se fueron desvaneciendo poco a poco. Ethan observó asombrado, hasta que doblé el pergamino por los mismos lugares que siempre y lo guardé en mi bolsillo.

Por alguna razón estaba asustado. La adrenalina me golpeaba en el pecho y tenía el presentimiento de que algo malo pasaría. No tan sólo porque las acciones y actitudes de Gaia y Paris no me daban buena espina, sino porque abandonar mi guardia también suponía que estaba arriesgando mi puesto y tal vez hasta ganando un buen y gran castigo.

Pues... no es que tenga miedo de estar tan cerca del Bosque Prohibido, pero... si quieres volver, yo te apoyo.

Cobarde.

Corner nos sacó su capa de invisibilidad y comenzó a doblarla para esconderla bajo las ramas. Se lo veía apurado y algo nervioso, frorando sus manos entre sí.

Quería burlarme de él, pero sabía que no era el momento.

-Si no quieres ir, puedo seguir yo solo -le ofrecí.

-¡Claro que no! -exclamó-. Son mis mejores amigas y he esperado dos años para saber esto, así que no vengas a hacerte el valiente, Potter -gruño.

La diva Corner salió de los arbustos en plan "quiero ser un héroe aunque sea una gallina" y se dirigió al sauce boxeador, el cual aún seguía quieto y apacible. Yo lo seguí, observando su actitud temida y precavida. Refunfuñando, me adelanté y atravesé el hueco hacia el pasadizo a la Casa de los Gritos.

Bien, el lugar daba miedo por todo el viento frío que pasaba zumbando en tus oídos, las telarañas que colgaban de las paredes y el lúgubre piso de tierra. Además, estaba seguro de que las reacciones asustadizas de Corner se debían a todas las leyendas inventadas por los habitantes de Hogsmade acerca de fantasmas asesinos... pero siendo un Potter, yo sabía que eso no era cierto.

Ya no quedaba nada por temer en esa casa abandonada más que un par de arañas que causarían un paro cardíaco a Rose y Hugo. Además, conociendo a Paris y Gaia seguramente sólo usaban el lugar para esconder sus dulces o como fábrica de camisetas shipeadoras.

Nada tenebroso.

El reloj de Ethan dio un pequeño pitido avisando que era medianoche e, involuntariamente, su dueño dio un respingo de la sorpresa.

¿Qué tipo de héroe es?

Habíamos llegado hasta la puerta y, sin mas preámbulos, la abrí, cruzando los dedos para no encontrarme con un depósito de granos de café. La abertura rechinó tal como una película de terror.

Albus Potter y la maldición de los Potter || #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora