40. -A.

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(Amo esa película ☝👌💜)

Capítulo dedicado a p-parish (confío que su nombre sea por Ben Parish y no por Jordan Parrish... ¡NO SE ACEPTA EL MARRISH EN MI HISTORIA!)

 ¡NO SE ACEPTA EL MARRISH EN MI HISTORIA!)

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―Hora ochenta y cuatro. Albus recuerda que tiene una lengua.

Solté un gruñido promiscuo hacia mi mejor amigo. Solo le había pedido a aquella chica permiso para pasar mi maleta. Cada acción que hiciera no tenía que significar una nueva inscripción mental en su "bitácora".

¿Qué seguía ahora? ¿"Día diecinueve. Albus no ha dejado de ser un estúpido"?

Día diecinueve. Esta conciencia esta triste por desatención.

Una vez que llegamos al primer compartimiento vacío que encontramos, lancé mi maleta al pie del asiento y me desplome como peso muerto sobre este. Scorpius y Rose me siguen, intentando no tropezarse con mis piernas estiradas. Hablarían de no ser que yo fuera la única noticia del colegio.

Se creyó importante.

A nadie le había pasado desapercibido que me había pasado una semana y media durmiendo frente a la entrada de Ravenclaw, con el mapa del merodeador en la manos por si a Paris se le ocurría salir en mi capa de invisibilidad. Pensaba acampar todo lo que fuera necesario hasta que me escuchara... pero entonces, el quinto día antes a que terminara el año escolar, Gaia atravesó la entrada de la Sala de Racenclaw con una tela prolijamente doblada sobre su mano izquierda y expresión dolida y algo más humana a la que ya me había acostumbrado.

"Quiere que la tomes y te vayas. Dice que quiere seguir haciendo su vida sin que nadie la interrumpa" había dicho Gaia, tan apesumbrada que creía que sería ella quien lloraría. Luego, había intentado colarme a su Sala Común como última oportunidad, pero el águila en la aldaba no quiso darme ningún acertijo para resolver.

Los cuatro días restantes hasta el día de partida a casa, los había vuelto a transcurrir encerrado en mi habitación, solo que esta vez gastando todos mis pergaminos y tinta en escribir una carta tras de otra explicando lo de la foto... no funcionó. Entonces, decidí tratar de afianzarme a la esperanza de que lo único que Paris necesitaba era un tiempo para afrontar todo; que, mientras tanto, yo debía ser más sutil a la hora de la insistencia, porque sino terminaría siendo rechazado como el resto de los novios de Paris.

Con la diferencia que nunca has sido novio...

Eso es cruel.

¡Me has contestado! ¡SÍ! ¡Sabía que funcionaría!

Ahora ya estaba sobre la locomotora, camino a mi casa nuevamente, y lo único que me mantenía medianamente estable era el saber que Paris no tenía otra posibilidad que tener que soportarme dentro de mi propia casa. Finalmente, desistiría...

Albus Potter y la maldición de los Potter || #PNovelWhere stories live. Discover now