Todo Potter tiene su pelirroja.
Eso creerías, si no conocieras a Albus Potter. Aunque, para su hermano James, él no es del todo un Potter.
Una de sus razones para decir aquello, es que Albus es un Slytherin. Y según James, ser una serpiente, es to...
Capítulo dedicado a SharsMp más allá de sus comentarios: porque es la mejor Dylan Belby de todas y compartimos a James cuando Dylames se volvió OTP en el grupo 💜
¡Lo que extraño el rol!
EL RETO SIGUE EN PIE.
Nueve capítulos para el final.
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—¡Ya basta de jugar!
Estaba enfadado y alterado. Los gemelos Carrow se comportaban estúpidamente infantiles y no dejaban de pelearse entre ellos. Lo que más me irritaba eran los grititos histéricos de Elena cuando Joe sacudía su escoba amenazándola con tirarla.
Estos no eran juegos. Estábamos entrenando para un importante partido de Quidditch, no solo era el último... ¡Iba a estar lleno de críticos!
Y, por más que yo ya tenía mi puesto asegurado en la Academia de Aurores, me hacía algo de ilusión que me llegara una oferta de los grandes equipos de Qudditch. Seguro y obviamente la rechazaría, pero siempre había sido uno de mis sueños.
—¡¿Has visto esa nariz que tienes?!
—Sí, igual a la tuya, solo que más pequeña.
—¡ADMÍTELO!
—No, idiota.
—Idiota tu hermana —gruñó Elena.
Seguido a eso, la gemela dio un bufido al percatarse de lo que había dicho y Joe estalló en carcajadas.
Me masajee las sienes tratando de relajarme. Estaba tan estresado que el cuello me dolía a horrores. Quería acostarme a dormir hasta que el año terminara, porque el final de séptimo año era más complicado de lo que se rumoreaba: no solo eran los EXTASIS, estaba toda la preparación para la graduación, la desesperación por conseguir empleo, la inseguridad de un futuro incierto, la copa de las casas y de Quidditch que se disputaba entre mis compañeros con mas ahínco que los años anteriores.
Además de todo eso, era 3 de junio y mi humor no era exactamente agradable. Estaba sensible. Solo deseaba que el día no avanzara.
Inconscientemente, dirigí mis ojos verdes esmeraldas hacia las gradas. Tratando de darme aliento, aunque con preocupación en su mirada, Alice me levantó los pulgares. Fingí una sonrisa solo para tranquilizarla, no quería ser hostigado con consejos que no resolverían nada.
—Estoy cansado de escucharlos —me susurró Scorpius, de brazos cruzados.
—Lo sé, yo también —respondí en un bostezo, al tiempo que Elena sacaba su varita y le lanzaba un "engorgio" a su hermano.
Tuve que ariesgarme a ocupar sus metros a la redonda como buen capitán para tratar de separarlos o ayudar a disminuir su euforia. Esquivé tres hechizos, en los que ninguno pareció importarle el que yo sea el más posible punto en blanco. Así sin más, lancé un expelliarmus en primer lugar a la varita de Joe, interrumpiendo a último momento su próximo encantamiento, y luego apunté uno igual a Elena, en cuanto quiso aprovecharse de la debilidad de su hermano.
