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El inicio de sus respectivas clases los tenía involucrados en sus cosas y sin mucho tiempo para compartir juntos, además, de forma intrínseca ambos sentían que debían separarse un poco o las cosas se complicarían

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El inicio de sus respectivas clases los tenía involucrados en sus cosas y sin mucho tiempo para compartir juntos, además, de forma intrínseca ambos sentían que debían separarse un poco o las cosas se complicarían. Adler estaba iniciando recién y tenía muchos años por delante, no quería defraudar ni a sus tíos ni a sus padres.

En la universidad ya había hecho algunos amigos. Renée y él pasaban mucho tiempo juntos y además estaba Mauricio, un chico que le caía muy bien. Era divertido y muy guapo, las chicas estaban siempre siguiéndolo y lo que decía o hacía era tendencia en el grupo. Él se había acercado a él por algún motivo —que Adler no tenía muy en claro—, pero lo había hecho y finalmente a él le convenía. Con Mauricio al lado, todos los chicos y chicas del curso, se habían acercado a él de inmediato.

—¿Qué tal si hacemos algo el fin de semana? —preguntó Mauri en aquel receso. Pueden ir todos a casa.

A todos les pareció una idea genial así que fijaron hora y detalles sobre lo que debían llevar.

Ya en la casa, Frieda y Marcia veían una película en la habitación de esta. Marcia estaba ansiosa por conocer al famoso Adler, pues era el que sacaba de sus casillas a su amiga, aunque Marcia tenía algunas dudas al respecto... creía que había algo más que Frieda no le estaba contando.

—¡Ey, Fri! —dijo Adler ingresando a la habitación de la muchacha sin tocar. Las chicas estaban tendidas en la cama mirando la tele.

—¿Golpear? ¿Para qué? —dijo Frieda irónica.

—Perdón, no sabía que tenías visitas —dijo Adler sonriendo y mirando a Marcia.

—Hola, soy Adler —saludó.

—Alias el sapo —dijo Marcia y Frieda se echó a reír—. Soy Marcia, mejor amiga de Frieda —añadió.

—Ohhh —exclamó Adler sentándose peligrosamente cerca de la chica que se hizo a un lado ante tanta intimidad—. Entonces, ¿es a ti a quien le cuenta sus secretos? ¿Eres tú la que sabe lo que realmente siente por mí?... Ohhh, ya veo... ¿Te ha dicho que muere de amor por mí desde que usaba calzones de niño con dibujos de super héroes? —habló como si Frieda no lo oyera. La chica le tiró una almohada y Marcia se echó a reír.

—La verdad estoy queriendo descifrar qué es lo que en realidad siente por ti —dijo la muchacha y Adler sonrió levantando ambas cejas varias veces.

—¡Marcia! —llamó Frieda a su amiga que se echó a reír.

—Me caes bien, mejor amiga... Si te cuenta algo de mí, me chistas, ¿eh? —dijo bromeando y salió de la habitación.

—¿Qué diablos? —preguntó Frieda enfadada.

—Me cae bien —respondió Marcia encogiéndose de hombros.

Más tarde ese mismo día, las chicas decidieron ir a comer algo a un bar que había en la esquina, lo que no esperaban era ver allí a Adler con aquella chica tan extraña de pelo verde. Se veían muy alegres y acaramelados, ella toqueteaba con delicadeza y ocasionalmente la mano que él dejaba sobre la mesa.

Ni príncipe ni princesa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora