Preparativos

23.8K 2.1K 70
                                    

Por primera vez en mi vida, tenía unas verdaderas y muy reales ganas de asesinar a un profesor.

¿Qué había hecho yo excepto aplicar mis conocimientos de magia curativa antes de que James sufriera un colapso cerebral? ¿Es que estaba prohibido intentar salvar a tu amigo, que acababa  de sufrir una grave conmoción al ser lanzado contra una pared a una velocidad que sólo puede darte un vampiro o el chocarte contra un coche de carreras, de una semana en la enfermería?

Un amigo que ni siquiera comprendía el peligro en el que habría estado si yo no me acercaba a curar su demente cabeza tan rápido. Le contó orgullosamente a todo aquel que quisiera escucharlo sus planes para esa noche y no se amedrentó ni un poquito cuando muchos le dieron sus condolencias, por lo que finalmente vino a tumbarse a nuestra habitación.

—La gente empieza a sacarme de mis casillas —dijo mientras tiraba su mochila a un rincón—. ¡Es como si creyeran que va a matarme!

—Podría —le recordé yo.

—Es increíble cómo el miedo puede transformar lo que sea en un monstruo. Incluso a ella.

Nunca le había oído decir nada con aquel tono de sabiduría ancestral y se veía como otro James, uno más maduro. ¿O me estaba imaginando todo esto para contenerme de matarlo por no comportarse y haber hecho rabiar a Irina?

—James, detente. Si logras que Irina no te mate hoy te estaré muy agradecido, de verdad. Se hace más difícil curarte cuando hay energía demoniaca cerca.

—Eh, Kyle —dijo poniéndose de pie repentinamente—, me he olvidado de darte las gracias. Aunque no sé qué has hecho mal porque todavía siento la espalda como si me hubieran aporreado durante horas.

Bufé.

—Tenías el cráneo a punto de explotar y el peligro de que se te rompiera una costilla. ¿Por qué crees que me preocupé más?

—Bien, gracias por mantener mi cerebro a salvo.

—De nada. Úsalo para recordar no poner de malas a Irina, ¿vale?

James negó con la cabeza, muy serio.

—No lo entiendes Kyle, esto ya no es sobre la lista ni nada parecido. De verdad me gusta. Y me refiero a que va en serio.

Casi escupo la galleta que me traje de la cena.

—¿QUÉ?

James se echó a reír, pero no era la risa arrogante de siempre, sino una entrecortada y nerviosa.

—Cálmate.

—¿Me dices que estás interesado en Irina Britt y quieres que me calme?

Él rodó sus ojos.

—¿Interesado? He dicho que me gusta, idiota. Y me gusta en serio.

Me dejé caer un poco melodramáticamente sobre la cama.

—Mátame ahora antes de que lo haga Irina.

—¿Por qué ese pánico con ella? ¿No crees que está cansada de que todos le teman?

—¿Cansada? Ella no es como te la estás imaginando. Irina es una persona complicada. No parece importarle nada, así que “cansada” es una descripción extremadamente emocional. No es el tipo de persona que se deja llevar por sus emociones.

James ni siquiera fingía escucharme.

—Hoy va a ser una gran noche, lo presiento.

—Yo presiento que te van a cortar en pedacitos, ¿apostamos?

James se burló pero alzó el pulgar en mi dirección.

—Oye, ¿en el bosque hay flores?

—¡Es cierto! No has ido al bosque hasta ahora.

—Claro que sí —me contradijo él—, en clase de zonas. Un laberinto, déjame decirte. ¿Hay flores o no? Tal vez podría recoger algunas para…

—Ya claro, ¿dónde lo has leído? ¿En el "Manual de cómo llegar al corazón de una chica vampiro"? —traté de sonar lo más sarcástico posible—. Espera, ¡es cierto! Los vampiros ni siquiera tienen uno de verdad.

Vale, eso había sido un poco cruel, pero James no me acusó; por el contrario, siguió mirando al techo, pensativo.

—Que nos hayan enseñado toda la vida que sólo sirve para clavar una estaca no significa que tengas que hacerlo.

—Eres realmente pesado cuando te pones en modo filosófico, ¿sabías?

Una almohada se estrelló contra mi cara.

—Y tú eres realmente pesado cuando te pones en modo “debemos tenerle miedo a Irina”.

—Eso se llama instinto de supervivencia.

James bufó y se puso de pie.

—Ya son las ocho, deberíamos empezar a alistarnos para salir.

Me incorporé sin muchas ganas.

—Juro que si me matan esta noche por tu culpa, voy a buscarte por todos los círculos del infierno para poder patear tu trasero.

La marca del lobo (Igereth #1)Where stories live. Discover now