Examen

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—¡Cuidado! —gritó Kyle.

No había necesidad, en serio. Era capaz de ver la gigantesca figura del demonio alzándose en medio de la cabaña.

Con Driggers muerto, el pentagrama perdía fuerzas. Y, por tanto, la prisión del demonio se debilitaba ante nuestros ojos. Si ese demonio escapaba… no quería imaginarlo. Mucho menos con lo exhaustos que estábamos.

Teníamos que acabar con él, se suponía que éramos magos entrenados. Harewood no nos había enseñado sobre las invocaciones de demonios todos estos años para que la decepcionáramos a la primera oportunidad.

Invocación de demonios. Invocación de demonios de primer grado.

La criatura se veía borrosa aún pero parecía estar absorbiendo la energía dejada por las hadas y el lobo, lo cual nos daba un margen muy corto para ponernos en acción. Huir quedaba definitivamente descartado.

Sin embargo, ninguno de nosotros se movió. Tal vez porque seguíamos sorprendidos de que no hubiera bastado con acabar con Driggers para podernos largar.

Un pensamiento aterrador me atravesó cuando la niebla casi había desaparecido. Irina era la más cercana al pentagrama, contemplando aún el cadáver de Driggers como si la hubiera hechizado para no poder dejar de mirarlo. Si lo que había dicho Driggers era cierto, el demonio era capaz de saber que sería más fácil poseerla a ella que a nosotros. Con esa idea en la cabeza, empecé a correr.

Me coloqué junto al pentagrama pero Nina no alzó la cabeza. Parecía aterrada de haber matado a Driggers. No lo entendí pero me convenía mientras no dedujera qué pensaba hacer e intentara detenerme.

Abrir la puerta a las dimensiones. Hecho.

Pentagrama y símbolos relacionados. Hecho.

Contacto con la propia dimensión. Driggers estaba muerto, así que debía hacer un hechizo vinculante por mi cuenta. Escogí la cabaña a pesar de las posibilidades de que fuera derrumbada. Aguantaría lo suficiente.

Pentagrama. Listo.

Invocación. Lista.

Mago negro. Muerto.

Pero ya no importaba. Sabía exactamente lo que tenía que hacer. Había hecho lo mismo para mi examen el año pasado. Con la invocación de un demonio de agua, es cierto, pero tenía que servir. Podía deformar el pentagrama: Driggers no había terminado de establecer la prisión del demonio, pero si lograba contenerlo allí, mandarlo de vuelta era pan comido.

Sin pensarlo más, empecé a recitar una letanía en el idioma antiguo.

Poco a poco las líneas se cerraron. Noté incluso cuando Irina se movió a mi lado. Pero no había nada que pudiera hacer: ya había puesto un escudo sobre mí para evitarla.

—¡Mel! —oí que gritaba—. ¿Qué haces?

Fingí no escucharla y seguí recitando. El patrón de símbolos de Driggers era incomprensible pero lo estaba reproduciendo de forma exacta. Sentía cómo incrementaba el poder a mi alrededor. Con una última exclamación, concluí el ritual.

—¡Mel, no lo hagas! —seguía gritando Irina. La sentía golpear contra mi escudo—. Driggers ha muerto y tu sangre está allí dentro.

Eso me hizo parpadear. ¿Mi sangre? Sólo entonces me di cuenta de que tenía razón. En algún momento de la pelea, gotas de sangre se habían derramado dentro del dibujo. Incluso la de Irina resaltaba entre las nuestras. Al cerrar el pentagrama, era yo quien había terminado el hechizo. Era la invocadora. Y, aunque ahora no pudiera tocar a mis amigos, el demonio tenía poder sobre mí.

Aunque su forma no estaba definida, sus huesudos dedos bordearon la superficie y alzaron una brillante gota roja a la altura de las brasas que tenía por ojos, con una sonrisa maléfica.

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Holaaaa!!!!

Lo sé, me odian, siempre los dejo así. 

Pero vamoooos, lo hace emocionante!!! 

Además, todos dijeron que querían que Kyle dejara de estar en peligro de muerte :D

INFINITAS GRACIAS POR LEER!! SIENTO QUE PRONTO LLEGARÁ A LOS 100,000 T.T

Saludos!

Vale

La marca del lobo (Igereth #1)Where stories live. Discover now