V E I N T I D Ó S

6.9K 537 24
                                    

Poco podía pensar en las reacciones de los demás, porque mucho tenía conmigo misma.

Sentí mis ojos arder y una pequeña molestia se instaló en mi nariz, mis ojos se aguaron y nublaron. No iba a llorar, no iba a permitir que eso sucediera, pero no podía evitar sentirme débil e inferior al no entender nada de lo que dijo el señor canoso. Mucha información en poco tiempo, no me lo esperaba y aquello quería acabar conmigo.

El exceso de información inesperada, chocante y la falta de tiempo para procesarlo hizo que mis ojos se nublaran aún más. Estaba confundida, demasiado, y saber que no podía obtener una respuesta en ese mismo momento, me llenaba de tanta impotencia que no podía contener el enojo creciente en mi pecho.

—¿Cómo puede estar tan seguro? —gruñó Jason.

Se adelantó unos pasos rápidamente y tomó por el cuello de la camisa a Cornel.

El hombre intentó zafarse de su agarre, pero cuando vio que no podía, se rindió.

—He conocido al menor de los reyes —masculló Cornel, su vista fijamente clavada en Jason—. No especificó, no dio más opciones, ni dio nombre, fecha, ni por qué, sólo dijo que esto sucedería, lo que yo debía decir y hacer, ¿me entiendes? Sigo órdenes, que junto a mi conocimiento puedo confirmarlo: Esta niña es descendiente de un cuarta sangre, quieras o no.

Jason soltó bruscamente la camisa del hombre, generando que este retrocediera y cayera apoyado en el tronco que había detrás de él.

—¿Qué es lo que sabes?, ¿qué te ha dicho? —interrogó Jason, estirando su cabello con frustración.

¿Qué era lo que no estaba viendo? ¿Por qué Jason parecía tan enojado con respecto a que yo descendiera de... eso? No era agradable enterarme de algo tan delicado como eso, de que probablemente papá o mamá, alguno de ellos, descendía de un cuarta sangre, de que tal vez su muerte estaba involucrada con todo eso.

Había algo flotando frente a mí pero que no podía captar por mi limitado conocimiento, por mi ingenuidad.

Cornel negó parsimonioso, casi pareciendo tranquilo.

—No es algo que pueda contar —dijo él, poniéndose recto y alejándose del tronco, eso hizo que se acercara más a mí. Mi cuerpo se tensó—. Sí puedo intentar usar mi conocimiento para saber a qué generación pertenece la niña, y también decirles un par de cosas para guiarlos.

—Guiarlos... —susurró Alix a mi espalda con duda.

—Luego lo explicaré —avisó Cornel al mismo tiempo que sentí un pinchazo en mi otro hombro, entonces pude verlo sacando la jeringa con mi sangre en ella, otra vez.

Respiré un par de veces, intentando controlar ese sentimiento impulsivo que crecía dentro de mí. Quería gritarle que dijera todo ahora, no podía esperar. Sentía que cada segundo que pasaba era una eternidad. Se trataba de mí, ¿quién era? Éramos tres hermanas, entonces ¿por qué yo? ¿Por qué era la única con ese aroma fuerte? ¿Por qué era la única que descendía de esa generación? ¿Qué había de mis hermanas? ¿Por qué ellas no? ¿Por qué?

MI respiración comenzaba a alterarse, los latidos de mi corazón eran irregulares y muy fuertes, me sentía agotaba sin haber hecho nada. Estaba cansada y estresaba mentalmente, mi cabeza iba a explotar. Quería comprender que sucedía, pero me era imposible. Todo lo que estaba sucediendo era imposible. No, ese hombre tenía que estar mintiendo, no podía... no podía ser verdad.

—Jinny. —Luego de su voz, sus brazos fornidos rodearon mi cuerpo, que era muy pequeño comparado con el suyo—. No te preocupes —intentó calmarme. Logró regularizar mi corazón, pero mi mente seguía dando vueltas en alguna otra parte, muy lejos de la realidad. Sus brazos me apegaron más a él mientras una de sus manos comenzó a acariciar mi cabello—. Dejemos que Cornel revise tu sangre, nos da información y nos largamos de aquí, ¿está bien?

Jason ©Where stories live. Discover now