Una Madre En La Mafia

Capitulo 15

Capítulo 15

Melissa

- Oh hijo pasa.- Murmuró su madre a mi lado.- Yo ya me iba.- La observe mirarnos a ambos.- Vine a dejarle esto al niño.- Me tendió una bolsa roja.- Fue un placer hablar contigo Melissa.- Me sonrió antes de darme un beso en la mejilla, mire como se acercó a su hijo.- Y tu deberías ir a visitarnos Alex.- Murmuró dándole un beso.

- Lose madre, pronto lo hare.

- Ignorare el hecho de que siempre me dices lo mismo.- Fue lo último que escuche antes de que cerrara la puerta.

Observe de reojo mientras volvía a mi asiento como Alexander se acercaba a Chris y besaba suavemente su frente, para luego posar una caja cuadra en la cama vacía. Genial. Mi hijo está teniendo demasiados regalos. Esta siento muy consentido por su "nueva" familia.

- No me mire así.- Su voz sonó ronca.- Sabes que Christian se merece esto y más.

Deje de mirarlo de reojo para posar mi mirada del todo, siempre me gusto eso de Alexander. Él no te lo guarda, si te lo tiene que decir lo hace. Si lo tiene hacer lo hace. El nunca dejo de ser quien era.

Alex nunca me tuvo miedo.

- Yo no dije nada.- Me encogí de hombros.

- No pero lo pensaste.- Sentencio sin siquiera mirarme.

Apreté mis labios en una fina línea ante eso, él no era nadie para darme la espalda.

- Solo son mis pensamientos.- Le sonreí, sabiendo que me miraba de reojo.- Creo que consentir demasiado a un niño, no es bueno.

- Está siendo mimado por mi familia, como debió serlo desde el día en que nació.- Y ahí sí que me miro.

Me removí incomoda en el asiento ante sus palabras.

- ¿Enserio quieres discutir esto conmigo ahora, Alexander? Suspire.

- Tú no tienes idea de lo que yo quiero hacer contigo Melissa.

Me sonrió con burla sin apartarme la mirada, lo acepto, Alexander llama mucha la atención de mi parte.

[...]

- ¿No crees que nos están ignorando verdad? Susurro por lo bajo Ashley mirando en dirección de la familia.- Se supone que eres la madre, deberían agradecer que los dejas verlo.

Suspire sin saber que contestarle, mire en dirección donde Alexander tenía entre sus brazos a Chris, sentado en sus piernas riendo. Sus hermanos estaban esparcidos en lo que quedaba de la cama y sus padres al lado sentados en los sofás. Si lo aceptaba, yo estando en la esquina más alejada y ellos ahí, prácticamente me estaban ignorando. Y no tenían ni ganas de fingirlo.