LIX | Capítulo

34.1K 2.2K 202
                                    

Capítulo 59


—Eres luz, Christian—observe como sus ojos se cerraron bajo las caricias de mí mano en su cabello—. Mí luz.


—¿Tienes oscuridad, mami? —apoye mí barbilla contra su sien, mientras sentía su pequeño cuerpo mí cerca de mí.


—Demasiada—susurre—. Pero tú me la quitarás, ¿Verdad?


—Siempre mami, siempre.


Seguí acariciando las finas y suaves hebras de su cabello mientras lo sentía respirar cerca. La verdad era que muy pocas veces llegaba a acercarme tanto a Christian, no era porque no podía, sino porque no encontraba el momento adecuado.


Mí hijo podría ser frío, indiferente y hasta mimado para muchas personas, pero a fin de cuentas era mí bebé. Mí único hijo. El único que tendria. No había forma que mí corazón no me guiara a darle todo, absolutamente todo lo que desee.


Dejé de acariciarlo cuando pasado el momento, sentí su respiración tranquila, se había dormido. Era entendible considerando que anoche nos habíamos quedado hasta tarde con Alexander y Olivia en la sala de televisión. A decir verdad, no había habido mucha interacción entre nosotros, pero el solo estar juntos en la misma habitación era reconfortante.


Cálido.


Si todo salía como esperaba, como deseaba, nada cambiaría.


Ash me ayudaría en eso, ella era la única en quien confiaba para esta situación. Ella era familia.


Pardadee saliendo de mí propios pensamientos cuando escuché el típico sonido de la cámara del celular, le di una pequeña sonrisa a Alexander cuando lo vi parado a una distancia prudente con su móvil apuntando en nuestra dirección.


—Otro soldado caido—miro a Chris.


—No están acostumbrados a dormir tan tarde—dije mientras lentamente sacaba mí brazo que Christian estaba usando como almohada, lo arrope antes de pararme y salir de la habitación con Alex siguiendome.


—Ya está todo listo.


Asentí mientras bajábamos las escaleras, toda la casa estaba sumida en un completo silencio, según tenía entendido no había nadie en ella, solo los guardias cuidando los alrededores de toda la casa.


—Esta noche acabaremos con Adriel—creo que lo dije más para auto convencerme a mí misma de todo.


—Mike me dijo que mañana se pondrá a ver dónde se escondió Ashley—anuncio mientras entrábamos en la sala.


—Creo que ella estará al pendiente de todo, aunque no sepamos de ella, seguramente debe estar esperando por nuestra ayuda.


—¿La quieren mucho, verdad?


Reí cuando me iba a sentar a su lado y en vez de eso me tomo por mí cintura para sentarme en su regazo.

Una Madre En La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora