LX | Capitulo

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CAPÍTULO 60


—Todos están en sus puestos—murmuro Hernán tendiendome el pequeño auricular de comunicación.


—Solo falta que el salga—puse en mí oído el pequeño aparato.


Mire el reloj en mí muñeca, faltaban exactamente siete minutos para que oficialmente todo acabará en ese lugar, pero sabía muy bien que personas como él—que tienen muchos enemigos— siempre se iría antes para poder estar bien protegido de sus guardaespaldas sin levantar muchas sospechas de los demás presentes.


—Asi que—mire a Hernán—. Papá me contó que lo están intentando.


Le sonreí.


—Habia que agotar todas las posibilidades.


—¿Y tú estás cómoda? —lo mire con duda—. Sé que ya lo he preguntado, pero no me trago mucho el cuento de qué hayas aceptado a Olivia.


Mire la oscuridad de la noche por las calles, apenas iluminada por las pequeñas luces distanciadas. Estábamos a dos cuadras del lugar exacto, donde se unían ambas calles por las que se podía salir.


—No es como si simplemente pudiera hacer desaparecer a la niña—rei cuando alzó ambas cejas—. Sin que Alexander me odie—agregue—. Por lo que si la acepto, además tengo grandes planes para ella.


Hernán me miró fijo unos momentos antes de correr su mirada y sacar del bolsillo de su chaqueta un cigarro. Negué levemente cuando me ofreció uno, antes de prenderlo y darle una calada.


—¿Y qué piensas hacer respecto a tu familia? —suspiro—. Nosotros.


—Creo que la mayoría de ustedes ya hicieron su vida y no creo que sea muy bueno que yo vaya y me meta cuando no estuve por mucho tiempo. Hablaré de eso con papá cuando sea el momento.


—Eres nuestra familia Mel y no importa cuando tiempo pase, siempre serás parte de la familia.


Asentí sin contestar.


Familia.


Eso era algo que últimamente veía demasiado difícil y complicado. Por no decir que para mí no era el mejor momento de opinar.


—¡Esta saliendo!


La adrenalina recorrió todo mí cuerpo cuando Mike anunció eso. Hernán dio una gran calada antes de abrir la ventana del coche y tirar lo que resta del cigarrillo.


—Lo tengo en la mira—mordí mí labio inferior cuando escuché a Alan.


—Lo están cubriendo de todos los ángulos—Ethan hablo.


—Paren, paren hay uno a distancia viendo a todos los alrededores, encondanse—Hernan bufo cuando Alexander dijo eso.

Una Madre En La MafiaWhere stories live. Discover now