Una Madre En La Mafia

EXTRA V

EXTRA V: MELISSA

Sostengo la batidora verificando que la mezcla de lo que será un pastel para el postre, se vea bien. Mientras lo hago mis ojos viajan inconscientemente a ver el comedor donde Christian está pintando en silencio, frente a el sentada esta Olivia, quien ve todo en silencio.

No creo que las visitas de psicólogo le estén haciendo bien, creo que es mejor dejarla en el silencio. Dejarla en su inocencia de no saber, de no entender.

Lo estoy pensando seriamente, no es como si fuera algo malo, no desear que una niña tan pequeña entienda por completo que estuvo a segundos de ser violada. Y hablo de violación al referirme a la penetración.

Puesto que, aunque si lo es, todo lo que ese enfermo le hizo no fue una violación concretada. Aun no entiendo como existen en este mundo personas tan desquiciadas.

Tampoco quiero que ella lo sepa, no quiero que su niñez se base en la maldad que hay en todos lados. Prefiero que lo olvide, porque según las palabras de su doctor, lo puede hacer.

Prefiero simplemente aceptar sus propias conclusiones, que ese señor estaba enfermo, que se equivocó de persona al golpearla de tal forma, que ella no era quien debía hacerle esas cosas.

Trago en seco y dejo de mirarlos, pensar en las horas que ella estuvo con él solo me dan repulsión. No es justo, no para una niña tan pequeña, tener que pasar por eso.

Pienso en el tiempo que ha pasado y espero que pueda sobrevivir. Su pequeño y lindo rostro aún tiene la piel morada de lo que fueron horribles hematomas y golpes.

Ya no tiembla si la tocas, ya no dice cosas al respecto, ya no tengo que sentarme con ella para darle de comer en la boca. Ya está volviendo, aunque no por completo, ella no será de nuevo aquella niña.

Mi cuerpo solo puede producir rabia y enojo como resultado de tantos pensamientos, cada pequeño recuerdo de todo eso, solo me dan ganas de matar.

De matar a alguien.

De revivir al enfermo que lo hizo todo, y volver a matarlo una y otra vez.

Lo que Alexander le hizo, todos los días de sufrimiento que le dio, todo el dolor inculcado, no es suficiente, nada lo será. Nada podrá remplazar la sonrisa de una niña.

No importa cuánto se haya hecho, por cuantos días, nada importa.

Apago la batidora y miro nuevamente al comedor, Christian pinta, pero sus ojos miran a Olivia, quien parece ida. Sé que esta curioso de todo lo que cambio.

Sé que por un lado no dice nada porque lo ve, ve lo mal que esta. Por un lado, estoy orgullosa de él, no dice nada de tener que compartir habitación con ella, no die nada cuando abraza a Dan sin su permiso. Calla al respecto de ser seguido por ella en cada tramo de la casa.