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—¿Un mensaje, mío? —preguntó intrigado.

No recordaba haber enviado un mensaje anoche, con suerte y recordaba como había terminado en casa de Brendon recibiendo los cuidados de una Debbie preocupadisima.

—Debió haber sido algo que escribí ayer, realmente no lo recuerdo. Ábrelo vamos.

Cuando vio a Tyler manosear el aparato un cosquilleo recorrió su cuerpo y pronto, así como se le escapa a uno la maldición de entre los labios, deseo que no lo abríera. Fue un deseo tan fuerte, que se imaginó incluso arrancandole el aparato de las manos y tirandolo a la ventana.

—¡Tyler, no! —grito.

El menor dejó caer el aparato asustado.

—Acabo de recordar algo.

—¿Asi? ¿Y qué es? —pregunto interesado. Volviendo a capturar el aparato en manos.

—Que... tenía que ... pedirle a Brendon un aventon.

Joder, que patetico

—¿Te vas?

Se oyó necesitado pero no se preocupó por eso esta vez, pensó en Josh. Imaginó lo cansado que este debería encontrarse y en lo egoísta que estaba haciendo pidiéndole su tiempo cuando seguro solo conseguía meterlo en problemas. No quería perjudicarlo con el Reverento Morgan mucho menos con su tía, Sor Ronda siempre había sido una de las sacerdotisas mas rectas, incluso sobre la amable Sor Rut, que ya descansaba en paz. Así que perdiendo todo el interés por el mensaje, apartó el móvil.

Josh se acercó —Tienes que descansar —acarició su mejilla, como si de un niño pequeño se estuviera despidiendo, e inclinando hacia su altura presiono sus labios contra los vendajes que cubrían su frente.

—No duermo de día me dan pesadillas —se quejó Tyler.

—¿Así? —preguntó aun en esa posición —¿Un chico que pelea con enormes moustros le teme a la oscuridad?

Con esto se alejó. Tyler sintió un pequeño torbellino en su cabeza como si muchas piezas oxidadas se movieran en el interior de una extraña rueda que giraba hasta encontrar su posición.

Josh

Un asalto

Una... dos... piedras

¡Una botella impactando contra su cabeza!

—¿Josh, que pas...

La voz de Ryan lo interrumpió, su amigo había asomado la cabeza en la habitación, pudo notar ahora que con seguridad se habría cruzado con sus padres. Ryan se dirigió a Josh.

—Vimos a Zack en cafetería, él viene hacia aquí...

Josh, quién con un ágil movimiento de brazos había escondido el teléfono del menor entre las medicinas, se paró firme y con semblante preocupado le sugirió una mirada al menor.

—Tu hermano busca matarme —le murmuro sonriendo en complicidad.

Siguió a Ryan y ambos abandonaron la habitación con una última mirada de preocupación al menor. Tyler jamás se había metido en líos, Tyler no hubiera conseguido una botella contra su cabeza si Josh no hubiera bebido esa noche. Pero aquí estaba, pagando con su tiempo el desperdicio de tiempo del otro.

Cuando se hubieron marchado, Tyler se recostó sobre la camilla, con las manos contra sus mejillas y teniendo como paisaje la bolsa de suero que colgaba apocalípticamente frente a sus ojos, dejó a su mente recordar aunque sentía, con mucha presencia, que se arrepentiría de ello después.

VOICE // JoshlerWhere stories live. Discover now