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Los planes se retazaron por razones de fuerza mayor. 

Transcurre la media noche en América, dos desconocidos están observándose entre los destellos de la oscuridad, el frió obliga a sus cuerpos aproximarse, hay miradas inseguras entre ambos pero desaparecen cada cuando el más joven cierra los ojos y deja escapar un gemido placentero. La noche se apodera de su silencio caprichoso y sus miradas cómplices. 

El más joven es el primero en dejarse oír sin temor alguno, su actitud despierta en el compañero una creciente seguridad que se trasmite en su rostro aun observando dudoso. Su cálido accionar no lo sorprende del todo porque Tyler es muy sorpresivo para él y sus acciones inesperadas han provocado esto pero no lo culpa, porque  Gerard sabe que ha sido él quien ha cometido esta falta. Ha sido él; un hombre mayor, un profesional, un hombre de familia quien a fijado sus pensamientos incorrectos en alguien más joven.

Tyler sonríe, su rostro contenido sobre el otro con el cabello que roza contra la piel del contrario y  un poco de sudor empieza a brotar deja oír sus gemidos para este, esta sintiendo su miembro despertar entre sus pantalones y le gusta  sentirse expuesto. 

 — Tócame más  —pide.  

Reconoce las sensaciones que desprende el rostro de su acompañante y le divierte saber que se va arrepentir de esto. 

 — Puedes ser más descarado que esto —continúa el menor— Inténtalo. 

Con el rostro encendido sobre el contrario, mantiene la mirada firme hasta el punto de intimidarlo; su piel lisa siente la ajena y frente al pálido rostro de su acompañante sonríe. La mano de Gerard masajea su miembro tímido tratando de conseguir reacción alguna sobre este, cierra los ojos y se deja llevar por los sonidos de Tyler, por su peso frágil, sus labios que hablan sobre los suyos, cálidos en su proximidad. 

 Asiente: — Puedo hacerlo. 

El más joven se cerca a sus sentidos; las manos frías de Tyler suben por su pecho y se detiene suspendido sobre sus hombros, silencioso, cómplice, sonríe esperando. Sin impedirse más, el hombre busca los labios del mas joven y se estrella sobre estos trasmitiendo toda su ansiedad a su acompañante. En su cercanía, el castaño recarga su rostro sobre el hombro con tranquilidad, permitiendo mayor libertad en su actuar. 

Gerard se separa de él desidido, lo observa a los ojos y Tyler captura sus labios con posesión, siendo rudo olvidando que su cuerpo es frágil. 

Se han separado y ahora Gerard se sostiene sobre los muslos del menor a fin de quedar entre sus piernas, mantiene el impulso necesario para no caer mientras se arrodilla . Con sonrisa triunfante el menor retrocede un poco a fin de que este pueda posicionarse con comodidad entre ambos. Verdugo de la ansiedad, el pelirrojo tira de sus pantalones hasta dejarlos a la altura de sus tobillos, cuando hubo hecho esto con la misma ansiedad se acerca al miembro del mas joven. El castaño se burla con gracia y relame sus labios aproximando su cadera al hombre. 

—  Tienes que ponerlo entre tus tetas  —dice burlón y ríe— Lo estimulas hasta que haga ¡bum!

Gerard, que estaba a tientas de meterselo a la boca, se detiene.  —¿Cómo un sandwish?

Aplaude entretenido.  —Si —asiente y se inclina levemente, sostiene su cabello para tirar fuerte de su cabeza.— Pero hoy me comerás a mi.  

VOICE // JoshlerWhere stories live. Discover now