CAPÍTULO 34 | Algo tiene que quedar

1K 141 31
                                    

STEPHEN

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

STEPHEN

Desde medianoche todos se han ido. Nada más ha ocurrido. Estoy solo en la casa, pero no estaba preparado para algo como esto. No sé qué esperar, qué hacer o cómo salir de este lugar. He recorrido toda la casa de los tíos al menos trece veces intentando encontrar algo sin buenos resultados. Y luego me he sentado en la puerta, nervioso y muy enojado. Y así sigo, con el cuaderno en mis brazos, temiendo que algo malo ocurra. Que llegue Joey, o cualquier persona, y me diga que se ha acabado. Que me toca morir. Irme.

¿Por qué no quiero? Morir es acabar con esto. ¿Qué es lo que me ata al juego?

Abro el cuaderno en una hoja en blanco. He conseguido un lápiz, pero no sé qué hacer, así que lo posiciono sobre cualquier parte, y lo dejo ahí sin hacer nada más que un simple punto. Por más que odie admitirlo, no puedo negar que sé qué es lo que me hace querer quedarme en lugar de preferir morir. Mi razón tiene nombre, mente y vida.

Maddie.

Cierro ambos ojos. Claro que sí. Soy consciente de ello. De esto. De que me preocupa ver su cansancio debajo de sus ojos, sus nervios a flor de piel y la mirada que suele llevar consigo y sólo dice lo asustada que está todo el tiempo, por más que no quiera demostrarlo. De poder hacerlo detendría todo ese sufrimiento. Pararía todo esto. La salvaría.

Pero soy solo... yo. Y eso no es suficiente.

Vuelvo a abrir mis ojos. Lo primero que veo es la hoja que ya no está en blanco porque acabo de volver a hacerlo: he escrito algo sin darme cuenta de ello, porque ahora el lápiz dejó su marca sobre el papel.

La habitación de Maddie.

—No hablagás en seguio—digo en voz alta, alzando la mirada hacia el cielo—. Quiego sabeg qué sucede con ella, pego no quiego mogig...

Mi mano vuelve a moverse para escribir algo más sobre el papel, con más velocidad de la que recordaba que podía escribir.

Tienes hasta medianoche.

Lanzo el lápiz lo más lejos que puedo de mí y cierro el cuaderno. Ni loco pienso entrar a la casa de las tías. Ya he visto lo que ocurre si quieres intentarlo, y aún no he perdido tanto la cabeza como para llegar al punto en el que quiera morir por voluntad propia, pero... ¿por qué he escrito eso? ¿Qué hay en la habitación de Maddie?

Giro mi cabeza lo suficiente como para poder ver la casa de las tías. Es normal. Es completa y totalmente normal, casi idéntica a la nuestra, solo que con un par de diferencias obvias. Pero tiene algo. Hay una razón por la cual alguien—supongo que se trata de Joey—quiere que entre. Puede ser que quiera matarme, lo cual tendría sentido, pero también... puede ser que haya algo.

Algo que sólo pueda ver estando solo en la casa.

Luego de ponerme de pie me acerco a la ventana de la casa y observo esa puerta que supongo es la suya. La puerta no está cerrada del todo, como si esa fuese la señal que necesitaba darme este mundo para decirme que en definitiva tengo que ir. Pero no estoy seguro. Puedo morir intentando llegar ahí, y esa no es mi intención.

PerfidiaWhere stories live. Discover now