" 3 "

6K 1K 429
                                    

"Rosa Coral"

Jimin cuidaría de su hogar hoy. Sus padres saldrían en unas horas más pero él tendría que llegar antes por lo acordado, así que no podría llevar a Taehyung a casa.
Se lamentó bastante al darle esa noticia, pero quedó asombrado cuando éste le dijo que alguien más lo acompañaría a casa. No quería pensar en una amistad desequilibrada con su mejor amigo debido a un distanciamiento, pero aún así se mantuvo firme. Se prometió no dejarle ir.

Y justo como lo supuso a punto de salir, la persona que dirigiría el rumbo de Taehyung se trataba ni más ni menos que Jungkook, el camaleón.

No dijo más, suspiró y se echó a las calles para llegar a su casa, arrastrando sus pies al sentirse temblar por el frío que se presentó.
No sabía mucho de aquél chico, pero si Taehyung quiso que le acompañase, no le acomplejó. Después de todo, Taehyung sabía tomar sus propias decisiones.

El viento despertó más sus sentidos y sintió como la congelada ventisca intervenía la imperfecta primavera mientras Jungkook le llevaba. Arropó más su cara con su verde bufanda y se abrazó a sí mismo.
Taehyung y Jungkook acababan de terminar su período de clases el día de hoy. Intentaban apresurar el paso para poder escapar del infernal frío que desprendía Seúl aquella tarde de día miércoles.

Últimamente, Taehyung y Jungkook han pasado más tiempo junto al otro estos escasos días. El mayor había disfrutado aquellos buenos ratos con el castaño, sintió que su presencia llenaba su contento. Le empezaban a encantar algunas características que dejaba ver por sus ojos y se sintió agradecido de ser su amigo.
Quiso decirle al mundo que Jungkook era diferente a lo que pensaban, gritar que dejaran de tratarlo de la manera en que lo hacían, pero poco podía hacer cuando ni siquiera se aceptaba a él mismo.

—Jungkook, a la izquierda —pidió impulsándose y el castaño le miró extrañado. Esa no era la dirección hacia su apartamento.

A unas dos cuadras, se vieron en las puertas de un café. Taehyung giró su cabeza para mirarle y con una sonrisa cuadrada le sonrió.
Jungkook trató de seguirle la corriente pero sólo consiguió entrar sin más. Consiguieron una mesa cerca de una ventana cerrada que daba vista a el disturbio de gente y el castaño se encargó de que Taehyung se sentará cómodamente en el asiento de cuero rojo. Alejó la silla de ruedas para luego sentarse al frente de su compañero de clase y amigo.

El lugar era totalmente diferente al exterior, era bastante cálido. El aroma
a cafeína era agradable y los clientes llenaban el lugar.

Una mesera llegó a su mesa y consultó por sus pedidos.

—Yo voy a querer un café con leche, por favor —pidió el mayor para luego ver a la mesera asentir y escribir en una pequeña libreta. —¿Quieres un café también, Jungkook?

Éste negó incesante con su cabeza y al segundo habló.

—Yo querré un té. Por favor...

La mesera volvió a asentir y trazó más palabras.

—¿Algo más? ¿No querrán algo con lo que acompañar sus pedidos? —preguntó.

No tenían idea.

—¿Qué...? ¿Qué tiene para acompañar? —inquirió Taehyung.

—Tenemos pasteles, tartas, galletas, tostadas y los especiales de la vitrina —enumeró la mesera.

Taehyung se lo pensó un segundo y sonrió al volver a sus recuerdos pasados.

—Unas galletas estarían bien.

camaleón ¹ • taekookWhere stories live. Discover now