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"Magenta"

Los fideos ya parecían estar listos, al igual que el ramen que acababa de preparar. Se sentía orgulloso de su logro y se quitó los guantes de cocina que mantenían cálidas sus manos.

"Realmente no sabes cómo cocinar"

Esa frase seguía recorriendo su cabeza como jaqueca, y se aseguraría de borrar el mínimo rastro que quedara de ella una vez que aprendiera diversas recetas.

Sería pan comido.

Se precipitó y se agachó a un cajón en busca de un plato para poder comer con tranquilidad. Sacó uno e intentó cerrar el cajón con la punta del pie derecho.

—Vaya, ¿qué es lo que ven mis ojos?

El grito se escuchó por toda la casa y fue reemplazado inmediatamente por el estruendoso sonido de un plato estrellándose rotundamente contra el duro suelo.

—¡Jungkook! —clamó temeroso el nombre del castaño y atrajo con brusquedad la muñeca de Jungkook para traerlo a su lado. Los pedazos de cerámica lisa se esparcían desafortunadamente por gran parte del suelo de la cocina y no había mayor escapatoria disponible entre las cuatro paredes— ¡Idiota! —le reclamó producto de la distorsión de su cordura y racionalidad.

—Bueno. ¡Pudo haberse tratado de un ladrón! —intentó contraponer su ofensa— ¿¡Cómo carajos has entrado!?

—Tomé tus llaves.

Simple y sin mayor explicación. Directo al grano.

—Te llevaste mis llaves...

—Sabías que iba a volver —aclaró y reafirmó calmando su furia—. Ponte esto —le lanzó una bolsa y el chico la atrapó en sus manos, dudoso.

Park fue en busca de una escoba y pala para reparar lo irreparable del desastre de la cocina y Jungkook abrió la bolsa, hallando en ella unas pantuflas negras y esponjosas. Y para agregar, tenían forma de conejo.

Sin rechistar, acomodó la planta de sus pies y se alejó de los pedazos rotos del piso con sus nuevos zapatos.

—Gracias...

La simpleza de la imagen frente a sus ojos le pareció de muchas maneras tierna; Jungkook mirando a sus pies con estrellas en sus ojos.

Se asemejaba a un niño.

Rió devastado y botó los restos del plato al basurero para después sacar del cajón otro plato con cuidado, y empezó a servir.

—De nada, ahora cómete tu...

—Ramen —justificó aún más ofendido.

—Dame un poco de tu ramen.

—Sobra, así que sí puedes sacar.

El mayor sacó del mismo cajón otro plato y le tendió una cuchara al castaño. Con otra cuchara en mano, se sirvió del ramen hecho por Jungkook y se sentó a comer.

Al probar sacó conclusiones.

—No está nada mal —Jungkook alzó su entrecejo e incrédulo se quedó—. ¿Es lo único que sabes hacer?

—Sé preparar ensalada —admitió sonriente.

Jimin se mantuvo inexpresivo.

—Bueno, peor es nada.

Algo en Jungkook evitó que siguiera comiendo. Miró bajo la mesa y se arrepintió de llevar shorts largos, lamentándose.

—¿Sucede algo? —escuchó.

camaleón ¹ • taekookWhere stories live. Discover now