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"Azabache"

Los días ya no parecían ser tan congelados como antes, ahora podían sentirse ligeros rayos de sol invadiendo Seúl y no era necesario abrigarse más de lo necesario para salir de casa. Jungkook lo sabía, pero aún así mantenía la bufanda que Taehyung le dio la semana pasada. La guardaba con cariño y anhelo, y siempre que tenía frío la enrollaba en su cuello.
Lástima que ya no fuera la estación para colocársela. 

El día lunes empezaba bien para el castaño, amaneció a la hora y caminaba emocionado por los pavimentos para llegar a la universidad de medicina.
Lo podía admitir cuantas veces quisiera, y lo cierto era que le encantaban las clases. Tenía muchas razones para hacerlo, y como deseaba fervientemente avanzar con su vida, daba lo mejor de sí. A pesar de los murmullos que podían escucharse por los pasillos de la universidad, no les prestaba atención y siempre buscaba lo mejor para él.
Jungkook era fuerte, como la resistente piel de un camaleón, aunque no lo demostrara.

Tras un par de minutos, la universidad se veía cercana a él pero algo logró desconcentrar su camino. Otra vez, pues no era la primera.

Sonrió y se agachó para acariciar el gris pelaje del felino.

—Buenos días, amigo. —saludó mientras el gato sobaba su cuerpo por sus pantalones. —Hey, quedaré repleto de tus pelos... —rió y rascó las orejas del gato por detrás, haciendo que éste ronroneara.

El castaño alejó su mano y el gato pareció quejarse. Se levantó y dio un gran suspiro.

—Siento tener que irme —se lamentó.

El gato que le veía ampliamente con sus verdosos ojos saltó a un contenedor de basura de aquél callejón y se sentó.

Jungkook se sintió triste al imaginar al gato hambriento.

—Voy a volver —habló regalándole una última caricia en la cabeza—. Lo prometo.

Se distanció del animal y siguió caminando hacia la universidad con algo de angustia.
Revolvió sus enrulados cabellos y cruzó las amplias puertas.

Al ver a todos caminando apresurados dudó de la hora y la revisó en su celular; era tarde.

Apresuró su paso y subió escalones hasta llegar (luego de empujes y disculpas) a su aula.
Todo estaba silencioso, pero desde su posición pudo ver al maestro distraído en su computadora. Aprovechó ese hecho y entró silencioso, cerrando la puerta despacio trás él.

"¡Jungkook!" escuchó a alguien llamarle.

Cuando el llamado se repitió vio quién era el emisor.
Se acercó a Taehyung y le saludó incómodo. Éste le pidió que mirara a su asiento correspondiente sólo para encontrarlo ocupado. Jungkook, preocupado, no supo qué hacer y se encogió en el suelo, deseándole al cielo que nadie le prestara atención.

—¡Siéntate allí! —susurró el mayor indicándole el puesto en la siguiente mesa a su izquierda.

El castaño obedeció y tocó el hombro de la chica que apropiaba la mesa.
Ésta se volteó confundida y sus ojos se sorprendieron al ver al chico a su lado.

camaleón ¹ • taekookWhere stories live. Discover now