camaleón ¹ • taekook

" 21 "

"Jazmín"

—

Preparé esto para ti.

Jungkook se abstuvo de seguir mirando la televisión y destapó ligeramente la manta que cubría su cuerpo y parte de su rostro.

—Eso es...

—No preguntes —le entregó la taza humeante y se acomodó al sofá cambiando de canal con el control remoto.

—Pero de veras quiero saber —le miró curioseando la taza y su contenido—. Huele bien. ¿Qué es?

—Sólo tómalo —rió negando con la cabeza.

—¿Es medicina casera? —amplió burlón su sonrisa inclinándose hacia él— ¿Crees en esas cosas?

—Creo en lo que mi mamá me enseñó.

—Oh —se mutó, dándole una probada a lo que imitaba ser un común té—. Está bueno —admitió calentando sus palmas en la tibia taza.

—Lo sé.

—Dime de qué está hecho.

—No puedo —le miró—. Es un secreto entre ella y yo.

—Oh, vamos —reclamó dando otro trago de té—. Está rico.

—Lo sé —se rió más fuerte.

—Li sí —se mofó.

Fue hasta ese instante que la tranquilidad se esfumó al escuchar la cerradura de la puerta ser manipulada con llaves.

—¿¡Quién...!?

Jimin intentó calmar no sólo a Jungkook, sino que a él también cuando la puerta se oyó cerrarse y unos pasos se aproximaban. El conmocionado castaño apartó la taza, depositando ésta rápidamente en la pequeña mesa frente a él y el agarre entre los dos asustadizos se intensificó al ver una cabeza asomarse por el borde del umbral de la sala de estar.

Los hombres pegaron un fuerte grito.

—¿Jungkook?

La voz fue reconocida inmediatamente por el nombrado y un alivio le invadió por completo.

—Noona... Eras tú —afirmó levantándose del sillón para abrazar a la castaña chica, dejando atrás la manta sobre él y un confuso pelinegro—. Volviste.

—Volví —le sonrió revolviendo sus castaños y enrulados cabellos—. ¿Por qué hay una manta en el suelo? Y ¿quién es él...? —fulminó al chico detenidamente, inquietando a éste— ¡Oh! ¡Tú debes ser Taehyung! Al fin puedo conocerte, es un gusto —se le acerca amistosa—. Soy Sooyoung, hermana mayor de Jungkookie.

—¿Eh? —dudan al unísono.

La mano de Sooyoung queda extendida en el aire y el mayor, para no quedar como descortés, estrechó la suya con la de la chica sin entender la situación.

—Ah, noona. Él no es Taehyung —rió claramente incómodo—. Él es Park Jimin. Un amigo.

El saludo se rompió y la castaña se extrañó.

—Oh, siento lo que acaba de pasar hace un momento Jimin —se disculpó.

—No es nada —aclaró.

—Entonces —retomó perspectiva—, ¿no van a responder a mis preguntas?

Los dos chicos se quedaron mudos. ¿Quién iba a explicar?