Capítulo 14 | Nueva Amenaza

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Había estado mordisqueando mi uña por unos minutos, decidiendo qué debía hacer.

— ¿Qué estás esperando? Léelo —habló Leah, incitandome.

Con un poco de nervios abrí el mensaje. Sabía que ya no había vuelta atrás.

Su respuesta me descolocó.

"Di la fecha y el lugar."

— ¿Qué demonios? ¿Es lo que estoy pensando?

—Déjame ver —Tomó el celular para leer el mensaje y luego abrió sus ojos, sorprendida—. Claro que es lo que estás pensando. Vamos, no lo hagas esperar y manda algo sucio.

—No creo que sea buena idea. Tal vez sólo está bromeando.

—O tal vez le hace falta acción y quiere contigo.

Solté una risa, negando con mi cabeza.

—Estás loca. Creo que me estoy tardando. ¿Qué le pongo?

—"Mañana en mi departamento. Sexo desenfrenado."

—No puedo escribir eso. Mi conciencia no me lo permite —Con un rápido movimiento me arrebató el celular—. ¿Qué haces? Devuélvemelo.

—Tú no puedes hacerlo, pero yo sí.

Escribió rápido y me lo regresó.

—Definitivamente vas a matarme —Solté un bufido—. Ni siquiera voy leer su respuesta. Tampoco lo volveré a ver. Me mudaré. Eso es.

—Dramática —Se burló.

Se escuchó la campanilla como cada vez que alguien entraba al local. Leah sonrió con picardía. El depredador estaba acechando a su presa.

— ¿Qué? ¿De nuevo esa tipa? Mi paciencia no es de larga duración. Hoy si me va a escuchar.

— ¿De qué estás hablando?

—De esa tipa que liga con lo que es mío —Señaló para que volteara a ver disimuladamente. Al intentarlo mi cuello tronó—. ¿No entiendes la palabra disimuladamente?

No le presté atención y me fijé en una castaña que hablaba animadamente con el guapo mesero.

—Parece que quiere devorarlo de un sólo bocado —Reí y regresé a mi posición normal.

—Pues no lo permitiré. No, señor. Tengo que marcar territorio y dejárselo muy claro. ¿Puedes creer que sólo viene a este local para acosarlo? Ese es mi trabajo.

No pude evitar soltar una risa. Leah era muy celosa y cuando sus celos se activaban permanecer alejados era la mejor opción.

—Veo algo delicioso acercarse —Se mordió el labio e hizo como si leyera el menú—. ¿Qué esperas? Disimula.

Sonreí con diversión y tomé el menú en mis manos.

—Me informaron que no han ordenado nada aún.

El chico llegó a nuestro lado con la libreta en mano. Leah dejó el menú para mirarlo con su habitual sonrisa que lograba conquistar a cualquiera que llamaba su atención.

— ¿Qué dices? Si me acaban de traer lo que pedí.









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