Capítulo 27 | Suposiciones Engañosas

7K 625 16
                                    

Al día siguiente llamé a Harley y le conté lo que había sucedido, escuchó todo lo que tenía para decir y me dio palabras de aliento, había prometido que pasaría por mi apartamento en unas horas.

Era sábado en la mañana y dejé que mis hermanos durmieran más y recuperaran fuerzas.

Harley se había aparecido en mi puerta con varias bolsas del supermercado y una enorme sonrisa.

—Conozco esa cara. ¡Harley!

El pelinegro rió y dejó todo en la cocina.

—Ya compré todo, no hay devoluciones. Quiero ayudarte, Layla, aunque sea con la comida de los niños.

Solté una risa y lo abracé para darle las gracias.

— ¿Engañas al otro con Harley? —Drew apareció en la cocina, bostezando—. Espera, ¿No me digas que es al revés? Lo siento, bro.

— ¿Otro? —Harley elevó una ceja curioso.

Iba a decir algo, pero el rubio se adelantó.

—Si sirve de algo, eres mi favorito.

—Calla —Pasé un brazo por los hombros de mi hermano. Y miré a Harley para explicarle—. Se refiere a Lowell.

— ¿Sales con Lowell? —Abrió los ojos, sorprendido.

Iba a negar, pero Drew parecía no querer cerrar la boca. Lo quería a pesar de provocarme dolores de cabeza.

— ¿El guitarrista de los Blanks es tu novio, Layla? Debiste decirlo. ¿Podrías conseguirme su autógrafo?

—Creí que era tu favorito —Se quejó el pelinegro—. Olvidaré eso. De hecho, traje un colchón inflable para ti, Drew.

—Mi espalda te lo agradece —sonrió—. Oye, ¿Por qué no quisiste ser mi cuñado?

Abrí mis ojos, avergonzada mientras mi mejor amigo reía, divertido. Empujé al rubio fuera de la cocina. Me moví por el lugar para preparar el desayuno, Harley guardaba los alimentos en la refrigeradora.

—Ahora entiendo porqué sonreía como idiota ayer en la noche. Roy lo creyó demente —comentó con diversión.

Sonreí recordando la noche anterior. Aún no lo había llamado, le enviaría un mensaje luego. No pude dormir muy bien debido a que Harper se movía de un lado a otro, sin olvidar el problema de mis padres, tenía que hablar con ellos y encontrar una solución si su divorcio seguía en pie. Obviando esas cosas, también estaba ese pelirrojo y sus sensuales labios. No veía la hora para tener frente a mí esos hermosos ojos verdes.

—Al parecer Lowell no es el único —rió—. ¿Ya es oficial?

—Harley, sigue con lo que haces —advertí.

Él asintió y luego de unos segundos volvió a hablar.

— ¿Ya pasaron de la etapa de los besos? ¿Sabes a lo que me refiero, verdad?

— ¡Harley! No necesito otro Drew, ¿si? El pelirrojo y yo estamos en la etapa de conocernos.

Mi amigo me miró con duda.

—Te conozco, Lay. ¿Ya lo besaste?

—Eso es asunto mío.

—Eso es un rotundo sí —Me picó el estómago con su dedo, molestandome.







Sígueme en Instagram: @kell_casther

Espacios coloreados |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora