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Capítulo 18 | Pícaro Interrogatorio

Harley y los chicos habían acabado de resolver los últimos detalles antes del concierto. Nos sentamos en la sala para disfrutar de la torta de chocolate y la leche caliente.

Agradecí que Violet se estuviera quedando en el apartamento de una amiga, no era que me disgustaba su presencia, o tal vez sí, solamente que no la conocía en absoluto.

Me senté en uno de los sillones independientes, los chicos estaban sentados en el sofá, excepto Roy que prefirió el suelo.

—No soy fan de las tortas, pero esto está exquisito —habló el rubio con la boca llena.

—Layla es una increíble cocinera —Alardeó mi mejor amigo, causando una sonrisa en mi rostro.

Comenzamos una conversación cuyo tema variaba según lo que se nos ocurriese. Lowell no dejaba de mirarme de vez en cuando, sabía disimular, pero al parecer Norris se percató que nuestras miradas se encontraban más de lo necesario. El castaño tenía una sonrisa en el rostro, se estaba burlando de nosotros.

A decir verdad no pude dejar de pensar en lo que hubiera ocurrido si ese inesperado castaño no hubiese entrado a la cocina. No estaba totalmente segura de lo que sentía, tal vez sólo debería dejar que las cosas sucedan.

Buscar otra vía, otro camino que me permita el paso.

El celular de Harley sonó. Al parecer no eran buenas noticias por la expresión de su rostro. Violet lo necesitaba. Según escuché, la compañera de piso y amiga de Violet, tuvo un accidente y la llevaron de urgencias. Harley salió rápido en dirección al hospital dónde se encontraba.

Los chicos y yo estábamos preocupados a pesar que no la conocíamos. Nos quedamos en la sala para ver la televisión. No sabía cuánto tiempo había transcurrido, pero Harley aún no llegaba.

—Ya es muy tarde. Él dijo que me llevaría —comenté pasando los canales con el control.

Los chicos no podían llevarme ya que ninguno tenía auto, y cada vez que salían a alguna parte utilizaban el auto de Harley.

—Y tomar un taxi no es la mejor opción a esta hora —habló Lowell—. ¿No prefieres quedarte?

No me esperaba eso. El pelirrojo se veía tan tranquilo al decirlo, y por otra parte se escuchó la risa de Norris.

— ¿No creen que van muy rápido? —bromeó con una sonrisa de lado.

La voz de Roy no tardó en hacerse presente.

—Espera, ¿Estás diciendo que estos dos están liándose? —Roy sonrió con picardía—. Si quieres quedarte por mí no hay ningún problema. La pregunta es, ¿En qué cama dormirás? ¿Tú qué dices, Lowell? ¿Alguna sugerencia?

No pude contenerme y solté una risa, llamando la atención de los tres chicos presentes. El pelirrojo que se encontraba con total tranquilidad y seriedad, me sonrió.

Y simplemente acepté.

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