Capítulo 17 | Deliciosas Miradas

7.3K 724 131
                                    

Esos ojos verdes me miraban. Tan intensos como siempre. Lograban ponerme más nerviosa con tan sólo verlos.

Sexo desenfrenado había dicho. ¿Acaso era cierto? ¿Eso lograba calmarlo antes de un concierto? ¿Cuántos conciertos han dado? La pregunta era: ¿A cuántas se ha tirado?

— ¿Hablas en serio?

Él se alejó, dándome espacio. Esbozó una sonrisa.

—Es lo mismo que me pregunté cuando me enviaste ese mensaje.

Solté una risa, relajándome un poco. Me acerqué a la leche y apagué la cocina. Ya estaba lista.

—No escribí ese mensaje. Tampoco el anterior.

—Eso pude notarlo. ¿Desde cuándo eres tan directa? —Se burló.

Elevé una ceja y me giré para verlo.

—Puedo ser directa algunas veces —Sonreí y me acerqué a él—. Como decir que el color de tus ojos me encanta, o que me gusta cuando no dices nada, pero también cuando te pones hablador como ahora —Estábamos muy cerca. Lowell permanecía callado y sus ojos no se apartaban de los míos—. O decir que quiero besarte.

Esperé unos segundos. Sonreí porque me había acostumbrado a sus silencios. Ninguno de ellos era incómodo. Y lo que había dicho era cierto. Deseaba besarlo.

—Hazlo entonces —Soltó finalmente sin moverse.

Me armé de valor, me moví hacia adelante y coloqué mis manos sobre sus mejillas. Él observaba cada movimiento que hacía. Había besado a pocos chicos, no sabía si lo hacía mal, pensar en eso provocó que me pusiera nerviosa.

Lowell era alto y ponerme de puntillas no ayudaría.

—Acércate —susurré. El pelirrojo no dijo nada, pero obedeció.

Nuestros labios se rozaban. Nuestras respiraciones se mezclaban. Mis manos permanecían sobre sus mejillas. Sentí las suyas colocarse sobre mi cintura y mis ganas de besarlo aumentaban. Quería probar sus labios de una vez.

— ¿Qué pasó con la torta?

La voz de Norris me hizo dar un salto y separarme de Lowell. El pelirrojo rascaba su cuello y yo jugueteaba con mis manos.

— ¿Qué estaban haciendo? —Pronunció las palabras con lentitud y picardía.

—Íbamos a probar la torta —Me moví rápido para sacar los platos y los cubiertos. Lowell me ayudó a bajar las tazas.

El castaño soltó una risa.

—A mí me pareció que iban a comerse entre ustedes —Siguió riendo y salió de la cocina.











Espacios coloreados |Completa|Where stories live. Discover now