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Capítulo 21 | Experiencias Compartidas

No podía creer cuánta gente había venido a escucharlos, eran demasiadas personas. No me sorprendió que la mayoría de los individuos eran chicas, las cuales gritaban y le declaraban su amor a su chico favorito.

El concierto era sensacional, su música era fascinante.

Me fue inevitable no ponerme a bailar y cantar las canciones. Los chicos me dieron otra entrada para que invitara a Leah, ella no había escuchado a los Blanks hasta ese momento.

—¡Son asombrosos y terriblemente ardientes! —gritó cerca de mi oído para que pudiera escucharla—. Debiste presentarmelos antes.

Ambas reímos y seguimos cantando. Lo mejor era que estábamos en la primera fila y de vez en cuando los chicos me lanzaban miradas y sonrisas que les devolvía.

Norris tocaba la batería, lo hacía excelente que dejó de lado sus nervios. El pelirrojo tocaba la guitarra eléctrica, me encantaba cuando su cabello rojizo se movía, desordenandose, se veía tan caliente. Roy se encargaba del bajo, y esa sonrisa que tenía en el rostro parecía imborrable. Y Harley cantaba con tanta pasión y alegría que sacaba suspiros a más de una chica.

Pero Harley no era el único que cantaba, los demás también lo hacían. Cantaban estupendo. Escuchar sus voces juntas era cautivante y asombroso.

Mis ojos no podían apartarse de ese guapo pelirrojo. La voz de Lowell definitivamente iba en la lista de cosas que me gustaban.

El concierto acabó y fuimos a buscar a los chicos. No nos permitieron el paso, así que los llamé por teléfono. Norris no tardó en llegar y nos dejó pasar.

Los chicos estaban sudados y se veían cansados, pero la alegría no desaparecía de sus rostros. Leah y yo tomamos asiento mientras ellos bebían de sus botellas de agua.

Roy observaba fijamente a mi amiga. Ella por otra parte sujetaba su cabello, color chocolate, en una coleta alta.

— ¿Quién es está hermosa fémina? —preguntó el rubio con tono pícaro.

Leah terminó con su cabello y lo miró.

— ¿Qué crees que haces? —Elevó una ceja.

Los chicos y yo observábamos la escena con atención, sin mencionar ni una palabra.

—Estoy tratando de atraer tu atención, bonita.

Mi amiga sonrió de lado.

—Admito que estás caliente y siempre he tenido una debilidad por los rubios, pero hay un problema —dijo. Roy elevó una ceja completamente interesado en sus palabras—. No me agrada que me conquisten, me gusta más cazar mi propia cena.

Y esta era la Leah que conocía. Directa y sincera. Esta chica jamás cambiaría y admiraba eso de ella.

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