5. Yo te encontraré

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Jimin corría por las atestadas calles de Shibuya, el calor del verano japonés calaba en sus pulmones, dificultándole respirar. Los peatones lo atropellaban, el olor a cerveza, vómito y sudor inundaba sus fosas nasales pero en su cabeza solo había una frase

— ¡Corre! ¡Escapa Jimin! ¡Corre que yo te encontraré!

La empinada avenida sólo logró hacer que se cansara más rápido. Su cuerpo se sentía como gelatina. Se refugió en el primer callejón que encontró, escondiéndose detrás de los botes de basura.

— ¡Auch! — chilló cuando su trasero tocó el suelo.

Maldito Suga. ¿Ahora que pasará con Kookie? ¿Cómo lo llevaré de nuevo a casa? ¡Su madre me matará! ¡No lo puedo llevar en un ataúd! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Se reprendió a sí mismo por las malas decisiones que había tomado en las últimas horas, jalando su cabello y llorando sobre sus rodillas juntas en su pecho.

Respiraba con dificultad sintiendo su vista nublarse por los nervios. Intentó calmarse a sí mismo, fallando estruendosamente cuando las inconfundibles sirenas de policía rodearon la zona. Después de algunos minutos cuando la alborotada calle comenzó a menguar se sintió lo suficientemente fuerte para levantarse. Tembloroso se sujetó del basurero en el que se había escondido y entonces puso su cerebro a trabajar.

Debería escapar, regresar al departamento, recuperar sus pertenencias y largarse. Revisó sus bolsillos respirando aliviado cuando encontró su celular. Encendió la pantalla y sintió su estómago retorcerse cuando en el fondo apareció una foto de Jungkook junto a él. Tenía que regresar por el castaño, no había otra opción.  Decidido, dejó el oscuro callejón para dirigirse al maldito edificio amarillo. Tan solo dio algunos pasos cuando una fuerte mano lo sujetó del brazo y tapó su boca dificultándole respirar.

— ¿Eres estúpido o te haces? — susurró la gruesa voz a su espalda. — Si Suga te da una orden, tu la cumples sin rechistar ¿Entendido?

Jimin se estremeció al saber que lo habían perseguido. ¿Tendría escapatoria después de esto o moriría como una víctima más? Con el cuerpo tembloroso afirmó con su cabeza, sintiendo como el agarre sobre su boca cedía un poco.

— Sabemos que tienes boletos para Beijing, regresa al apartamento y lárgate de Japón. Te encontraremos en China. — Ordenó — Y no hagas algo estúpido o morirás.

El rubio asintió muerto de los nervios, corriendo en el mismo instante en que los fuertes brazos lo soltaron, por el rabillo del ojo logró ver al tipo que momentos antes lo había retenido, metro ochenta, moreno y grande, muy grande. ¿Acaso todos los que estaban con Suga se verían así? Imponentes, altos y claro, guapos como la mierda. Resopló molesto, sacudiendo su cabeza trotando hasta la estación del metro.

En menos de veinte minutos, ya se encontraba en el departamento recogiendo sus pocas pertenencias y alistando su morral. Lágrimas rebeldes escaparon de sus ojos al ver la mochila de Jungkook, la sensación de haber perdido a su mejor amigo no lo abandonaba, así que tomó la pequeña maleta rumbo al aeropuerto con una decisión en su cabeza. Haría lo que fuera para recuperarlo incluso si ello le costaba la vida.

¡Perdimos a la galleta! ¿Y ahora? ¿Qué vamos a hacer?. Rían sin moderación. Besos. Nos leemos la próxima semana. (^3^). Tal vez publique dos capítulos si tengo tiempo para escribir. Es una pequeña posibilidad. Lo que me gustaría es leerlos... por favor ¡Comenten!

Escape «Yoonmin»Where stories live. Discover now