Escape «Yoonmin»

15. Demasiado importante

Yoongi miraba a través de la ventana preguntándose si había perdido la cabeza. Ya habían pasado seis días y el menor aún no despertaba. Extrañaba esa cabellera rubia burlándose de él en las mañanas, haciendo pucheros cuando le dejaban solo o dejando por allí uno que otro abandonado dibujo. En poco tiempo el menor se había metido bajo su piel y ahora que no lo tenía, no sabía qué hacer para sacárselo. 

¿Era posible que le gustara el mocoso?  ¿Algo de aquello era real? La última vez que un sentimiento tan disparatado le había atravesado fue cuando su padre murió, justo al terminar la academia, en el momento en que Taehyung apareció en su vida salvándolo de enloquecer. 

Aún así no recordaba sentirse de aquella manera, era imposible para él desear con tanta fuerza a alguien, pues todos sus sentimientos se habían perdido en el camino de mierda que se vio obligado a vivir, de todas las porquerías que tuvo que hacer y las vidas que se llevó en el camino.

¿Tendría algo que ofrecerle a un mocoso 9 años menor que él?  Se rascó la cabeza pensando que, tal vez era solo su instinto protector de inocentes el que estaba jugándole una mala pasada.

— Suga...— lo llamó RM desde la puerta — El médico dice que necesita hablar.

— ¿Pasó algo con Jimin? — preguntó sin siquiera poder filtrar sus pensamientos.

— Te busca. Yo no pregunté.

El pelinegro bufó dejando la habitación para encontrarse con el delgado hombre frente a sus ojos. Sintió la ansiedad que el otro emanaba y algo se estrujó en su interior. 

Este reemplazo de Taehyung definitivamente no es suficiente. 

— ¿Necesita algo doctor? — inquirió con cautela.

— Pues...— trató de responder el hombre con evidente nerviosismo — Le quería informar que no hay nada que mis servicios puedan hacer por el muchacho. Su recuperación está casi completa, solo necesita que alguien lo ponga a caminar y usar la faja si siente algún tipo de dolor...

— ¿Ya despertó? — preguntó sintiendo un salto en pecho. 

— Por... por supuesto que sí—. Aseguró el hombre aún más nervioso. 

Sin evitar la sonrisa de absoluta felicidad que se instaló en sus labios continuó — Y si eso es una buena noticia... ¿Por qué está asustado?

El viejo hombre se acomodó el pesado marco de sus gafas suspirando. No era muy joven pero tampoco quería morir de esta forma. — Tal vez... queden algunas... mmm... como decirlo ¿Secuelas?

Yoongi solo levantó una ceja esperando la respuesta completa.

 — El muchacho nunca volverá a respirar con normalidad, será sensible a los olores y sufrirá dolor en algunos momentos. Puede que se vuelva intolerante a la comida en algunas ocasiones por eso debe vigilar su peso constantemente. 

Yoongi lo miraba con tanto enojo que pensó que lo mataría en ese instante. 

Menudo desastre el que dejaste Kim Taehyung

El hombre decidió terminar con la pregunta que se le había formulado con mayor frecuencia durante toda la recuperación, asumiendo que esa sería la parte buena del asunto.

 — Cómo preguntó hace un tiempo él puede seguir manteniendo relaciones sexuales sin ningún inconveniente. La buena noticia aquí es que vivirá. 

El pelinegro soltó una risita. Era estúpido. Más estúpido de lo que jamás se atrevería a admitir, pero saber que podría seguir llenando ese apretado culo a su antojo era suficiente para él. Eso y que seguiría con vida claro está.

— Es libre de sus obligaciones. Retírese que no deseo verlo en un futuro cercano.

El hombre salió relajando sus hombros, al tiempo que Yoongi corría escaleras arriba. Por fin, después de tantos días de incertidumbre lo podría tocar, escuchar esa melodiosa voz que tanta falta le hacía, recorrer la delicada  y sedosa piel que se moría por marcar de nuevo con chupetones y mordiscos que demostraran a quién pertenecía.

Abrió la puerta con una sonrisa espléndida encontrándose con la delegada figura de Jimin hecha un ovillo en la cama.

¿En qué momento perdió tanto peso? 

— ¿Cómo te sientes? — cuestionó con un leve rastro de angustia en su voz. 

El menor se volteó bruscamente hacia la fuente de la voz haciendo una mueca de dolor instantáneamente. El pelinegro se acercó a el sobando de inmediato la zona que estaría seguro era la dolorosa.

— Mejor... creo — susurró — Despertar lleno de tubos no fue nada agradable... Lo tendré en cuenta para no dejarme disparar otra vez.

Yoongi no puedo evitar sonreír. Este esponjoso y ahora muy menudo cuerpo le había salvado la vida y por primera vez en su vida le importaba un carajo deberle a alguien algo como ello. 

— Ven aquí — propuso mientras ingresaba en la cama y se recostaba contra el amplio espaldar. El menor se movió haciendo pequeñas muecas, sintiendo sus extremidades punzar por el desuso. 

Cuando su espalda estuvo acostada en aquel cálido pecho, no evitó suspirar, recibiendo gustoso las delicadas caricias que el mayor le ofrecía. La afectuosa voz de Yoongi le hizo dar un respingo que se acompañó de un insignificante gemido cuando las palabras fueron abandonadas cerca a su oído. 

— Jamás se te ocurra hacer algo como esto de nuevo, la próxima vez seré yo el que te mate si decides poner tu vida en peligro así. Ya no puedo perderte Jimin. Eres demasiado importante.