21. Games

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⚠️¡Aviso! ¡Alusión a métodos de tortura! ¡Contenido sexual! ¡Si eres una persona sensible y pura mejor omitir!⚠️

Después de aquella revelación lo que sucedió fue como un borrón de recuerdos. Tan solo 24 horas antes había sido defendido a capa y espada por el médico y por Jin para evitar que su cuerpo pasara por algo similar, pero la muestra del anillo había acabado con toda su determinación. Ese objeto era algo que Jungkook cargaba consigo siempre, jamás lo dejaría ir fácilmente. Fue el último regalo que le dio la madre de Jungkook a su hijo mayor el día en que dejaron Busan para perseguir sus sueños. 

Jimin se removió en la cama sintiendo la ausencia de SeokJin, pensando de nuevo en como saldría de este lío esta vez. RM se había llevado el cabello rosa consigo pues necesitaba ponerlo a trabajar, al parecer el chico era realmente bueno con las computadoras y tenía algo que aportar más allá de su rostro bonito, ancha espalda y buenos abdominales. 

Luego estaba Jimin que al parecer solo servía para complacer los deseos carnales de Yoongi y ahora era un juguete roto. Una lágrima cayó por su mejilla mientras miraba el amanecer y comprendía que no tenía muchas opciones ¿Sería capaz de hacer que el mayor sintiera culpa? ¿Existía el remordimiento en su corazón? 

Se levantó con ese pensamiento rondando su cabeza, se dirigió a la ducha y se bañó con rapidez. Mientras calzaba su ropa y veía su rostro un poco redondo un poco inocente frente al espejo, una idea cruzó por su cabeza. Sonrió ante la imagen y pensó 

Yo también puedo jugar Min Yoongi 

🔍

Yoongi miraba al hombre con desdén. Ayer había comprobado uno de sus temores interiores y era que el anillo, junto a las pertenencias que éste humano cargaba eran de Jungkook. Aunque se alegraba de saber que el mocoso estaba vivo, no había logrado conseguir mucho. El individuo a sus pies ya tenía moretes por todas partes y se negaba a abrir la boca. Bufó frustrado cuando escuchó que alguien tocaba la puerta. 

— ¿Quién es? — preguntó, evaluando si el cuerpo que tenía delante podría ser candidato para el tipo de tortura que quería imponer. 

— Ji-jimin — dijo el menor al otro lado de la puerta. 

Todas las alertas se activaron dentro de Yoongi. Dejó al hombre amarrado a la silla y salió. 

— ¿Qué quieres? — cuestionó con molestia por haber sido interrumpido. 

— ¿Hablar? — replicó el rubio con las mejillas levemente sonrosadas. 

¡Dios! esto no... definitivamente es una mala idea

— No tengo tiempo para estupideces Jimin.

— Este ¿podemos... ir tal vez a o...otro lado? 

Yoongi solo asintió con la cabeza y lo condujo al final del pasillo, entrando en una oscura habitación, estaba llena de aparatos que Jimin difícilmente reconocería. Habían varios estantes con armas de diversos filos, grilletes, cuerdas y numerosos objetos cortopunzantes. Algunas estructuras de metal se encontraban desarmadas y apiladas. Eso le produjo una sensación extraña en el vientre...

¿Acaso estos son... materiales de tortura? 

— No me hagas preguntar dos veces — pronunció el mayor con voz profunda, sacándolo de su cabeza.

Escape «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora