8. Bienvenido

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Jimin corrió hacia el baño en cuanto tuvo la oportunidad. Borraría cualquier rastro del estúpido sello que el mayor se había atrevido a dejar en su piel. Abrió varias puertas encontrándose con  cuartos vacíos. Como suelen decir, la tercera es la vencida, pues se halló con el reluciente piso de mármol de lo que parecía un pequeño tocador. Abrió la llave con prisa dejando caer el agua agua fría sobre su muñeca. No esperaba lo que pasó después. 

— ¡Ah! — chilló cuando el fuerte dolor recorrió toda su piel. Inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas, viendo con sus iris brumosos como la dermis se ponía rosada y caliente. Removió su brazo del agua ya que no le proporcionaba ningún alivio y entonces evaluó la lesión. Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano contraría, sorbiendo por su nariz. 

— ¿Esperabas que fuera un sellito de jardín? 

El menor se giró hacia la puerta viendo la divertida sonrisa en la expresión de Suga, que se encontraba recostado en el marco de la puerta. 

— ¿Qu-qué me hiciste ? — sollozó sobando la piel quemada, que ahora punzaba un poco más. 

— No la toques, será peor — Aseguró sonriendo — Me gustan los... juguetes... los de adultos. Si explota, hierve o mata es para mi. 

La espina dorsal del rubio se estremeció cuando el destelló brillante de emoción llegó hasta los ojos del pelinegro. 

— Estuve trabajando en un químico que reacciona con el agua produciendo quemaduras. Has sido el primero en probarlo — tomó su muñeca con absoluta felicidad — y debo decir que fue absolutamente exitoso. 

El menor tiritó, sintiendo el dolor de la quemadura punzar sobre su piel. 

Este tipo esta loco...

El mayor soltó la muñeca sonriendo con absoluto placer, dedicándole una mirada aburrida al rubio. 

— La quemadura no se irá, ordenaré que traigan algo para que no se infecte, sería una pena perder ese esponjoso y apretado culo tuyo por una infección. 

El menor tomó su brazo y lo acercó a su pecho, volteando la cabeza, para evitar aquella oscura mirada. 

Seré la puta de un mafioso. ¡Qué felicidad!   soltó en su mente con absoluto sarcasmo. 

La postura de Suga se endureció cuando algunas personas se acercaron por el pasillo. 

— Sal de allí y sígueme — ordenó sin esperar a que el menor se moviera. 

Dejaron  la estancia para regresar a la biblioteca donde habían estado. El aspecto aniñado e infantil del mayor, desapareció tan rápido como había llegado, regresando al hombre duro y sin alma que permanecía de forma permanente. El pelinegro tomó asiento frente al gran escritorio y comenzó a hablar. 

— Las reglas son simples. Obedeces todo lo que se te ordena, entrenas como todos los demás y sobre todas las cosas no husmear. Tienes prohibido dejar la casa por tu cuenta, llamar a alguien o incluso dar la remota señal de que estás aquí. RM hizo un documento que tendrás que firmar donde certifican que desistirán de la universidad por al menos un año...

El menor se atragantó. ¡Un año! ¿Pretende tenerme aquí un año? 

No creo que sea necesa- — dijo con voz pequeña, pero fue inmediatamente interrumpido. 

— No estoy consultando. Es una orden. No quiero a nadie metiendo sus narices en lo que no le importa. 

El rubio agachó la cabeza, consciente de que sería suicida protestar. 

— No puedes entrar a los cuartos, ni estar con otras personas que no sean quienes envío por ti. Debes permanecer en la habitación que te he asignado — se detuvo dándole una mirada pervertida de pies a cabeza — y solo puedes abrir tus piernas para mi. 

Jimin levantó la cabeza enfocando sus aturdidos ojos en los fríos del mayor.

Él está insinuando que yo...

Si te acuestas con alguien más te volaré la cabeza. 

Con aquellas palabras sin deje de emoción y con absoluta frialdad fue abandonado en la gran estancia a su suerte, confirmando una sola cosa. Había firmado un contrato con el diablo. 

Maratón 3/3 

Les quería dar más capítulos pero me fue imposible. *Me disculpo por eso* y siempre se debe tener algunas reglas ¿No creen?. Suga es extraño lo sé, pero no se preocupen se pondrá peor. (^3^) Rían sin moderación y nos leemos la próxima semana. 

Escape «Yoonmin»Where stories live. Discover now