36. Libre

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Jimin miraba por la ventana de su casa en Busan recordando el pasado que no fue, todavía tenía algunas pesadillas en las noches pero estaba aprendiendo a lidiar con ello.

— ¡Jimin! — le llamaron desde el primer piso. Con parsimonia arrastró sus pies hasta las escaleras, para su desgracia algunas secuelas de la larga tortura que sufrió aún se mostraban en su cuerpo y tardaría al menos seis meses en recuperarse. Sonrió al ver a Jungkook de pie en la puerta con su nuevo cabello castaño, desde que toda la pesadilla había terminado, él se veía más adulto, como un chico que lo dejó de ser.

— Hyung... — sonrió al ver aquella cabellera rubia que adoraba. — Tu madre me permitió llevarte a mi casa esta noche, ¿Un pijamada será?

El rubio volteó a su cabeza para mirarle con el ceño fruncido, ella río mientras decía

— Camina ya antes de que me arrepienta, estás a punto de echar raíces en esta casa.

Todos rieron, cuando Jimin rápidamente corrió por una pequeña maleta. Mientras el auto arrancaba, su cerebro divagaba en los últimos tres meses. En todas las horas de hospital que había pasado y todas las lágrimas que había visto a su familia derramar. Fueron épocas difíciles, cuando todo el secuestro salió a la luz. Incluso el exhaustivo examen psicológico al que habían sido sometidos. Fue muy duro para Jimin decir que estaba con Suga por Jungkook y fue aún peor cuando su examen físico reveló los múltiples abusos que sufrió. Como si la vida quisiera torturarlo fueron llamados a declarar en el juicio en contra de Yoongi, Namjoon y Hoseok... se negaron de tal forma que el juez al final se rindió, permitiéndoles pasar la página o al menos eso creían todos.

— ¡Hyung! ¡Baje ya o nos perderemos la final!

Jimin rió al darse cuenta que se encontraban en la entrada de la casa del menor, juntos para ver el final de un programa americano que los dos amaban.

— Me gusta como luce — comentó el rubio observando la nueva pantalla plana que adquirió Jungkook para su sala.

— A mi también — aseguró el menor sentándose en el sofá y ofreciendo palomitas.

Sus manos rozaron levemente, un contacto suficiente para que los dos recordaran la fuente de la cicatriz en la muñeca de Jimin.

— ¿Algún día me contará hyung? — pregunto el castaño con tranquilidad, enfocando sus ojos en el televisor como distracción.

— ¿Qué quieres saber en realidad?

— No lo sé... solo... espero que ahora esté mejor.

El rubio sonrió, recordando un poco la conversación que tuvo con la psicóloga, no quería lucir como un síndrome de estocolmo, como un loco que se había enamorado de su secuestrador pero... eso fue exactamente lo que sucedió. Gracias a sus terapias descubrió que al final nada fue su culpa y que todo quedaría en el pasado en algún momento, que era valioso y que tal vez Yoongi si lo quería, pero que no eran preguntas que necesitaba formularse.

— Él me gustaba, Jungkook — el menor abrió los ojos como platos con sorpresa muy mal disimulada. — Me enamoré de Min Yoongi, él era... algo así como tierno... tuvimos... una discusión y él... él abusó de mí.

El castaño tragó sonoramente, a pesar de todo lo que sufrió, jamás lo tocaron más allá del dolor físico, ser violado era harina de otro costal. Se acercó al menudo cuerpo de su mejor amigo para abrazarlo. El rubio encajó su frente en el hueco del cuello contrario y susurró

— Después de eso me... él me pidió perdón o lo más parecido... y jamás lo hizo de nuevo... se convirtió en una persona cuidadosa... probablemente por la culpa... llegué a creer que se había enamorado de mi... tal y como yo lo... lo hice de él.

El menor lo estrujó más fuerte, tratando de transmitir todo el amor que sentía por su hyung, algo más allá de lo romántico, de las amistades más puras en realidad. Finalizó diciendo

— Estaré aquí siempre Hyung, siempre que pueda estaré para usted, no importa lo que pase, estaré para usted.

Jimin derramó algunas lágrimas. Se quedaron en aquella posición por lo que lució como una eternidad hasta que algo en el televisor llamó su atención. El titular rezaba

"MIN YOONGI ALIAS SUGA EL CRIMINAL MÁS BUSCADO DE LA ÚLTIMA DÉCADA CONDENADO A MUERTE"

¡NO! ¡NO PUEDE SER!  gritó la cabeza de Jimin llenándose de profundo pánico. 

Jungkook lo soltó de inmediato tomando el control remoto y subiendo el volumen, fue allí cuando los dos escucharon con claridad.

— Se informa desde la suprema corte, en Seúl, que el criminal Min Yoongi apodado como Suga ha sido condenado a la pena de muerte en horas de la tarde. Sus secuaces identificados como Jung Hoseok y Kim Namjoon han recibido cadena perpetua alegando estar bajo sus órdenes.

Jimin respiró con dificultad, de sus ojos brotaron rebeldes y abundantes lágrimas imposibles de detener. Se cubrió la boca con la mano mientras un audible sollozo escapaba, cuando observó las imágenes de Yoongi, caminando en los típicos trajes naranjas, encadenado de pies y manos, andando con la mirada gacha por el famoso "Death row", su corazón se estrujó. Cuando la conciencia de que había escapado por fin lo embriagó reconoció que el costo sería la vida de la persona que más amaba, esta vez, para siempre.


Mis amores, hemos llegado al final. Se que no es lo que esperaban, pero siento que es lo más adecuado para la forma en la que se desarrollaron las cosas, las que me han leído saben que mis finales son un poco extraños, pero que siguen un patrón y es porque... hay algo mal conmigo. Estoy en camino de descubrirlo pero tal vez me demore un poco. ¡Los amo rían sin moderación y nos vemos en el epílogo! 

Escape «Yoonmin»Where stories live. Discover now