41.

16.9K 1.4K 86
                                    

Niego con la cabeza más para mí misma que para él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Niego con la cabeza más para mí misma que para él. Necesito aclarar mis ideas y asimilar lo que ha dicho. Después de todo este tiempo, después de hacer toda una lista de candidatos... Resulta que me equivoqué.

—No puedo con esto —murmuro nada más llegar abajo.

Subo la barra e intento levantarme.

—¿Otra vuelta, señorita? —habla el hombre que me ha avergonzado delante de todo el mundo.

Sin embargo, no soy capaz de enfocar la vista en ningún rostro. Le aparto y me marcho corriendo, abriéndome paso entre la gente. Esto es surrealista. Le he tenido frente a mí todo este tiempo, ¿cómo he sido tan tonta? ¿Cómo no me he dado cuenta?

Cuando consigo salir del mogollón, siento como me falta el aire y me detengo.

Wade es Skyhitter. Dos personas que creía totalmente opuestas y por las cuales siento algo resulta que son... la misma persona. Dos caras de una misma moneda. Y, aunque ahora todo resulte mucho más sencillo, estoy más confundida que antes.

Me agacho para tranquilizarme. Me estoy mareando.

—¿Estás bien?

Una mano se posa en mi espalda y, acto seguido, le veo agachado junto a mí. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo y, de repente, me siento arropada. Me dejo caer de culo.

—No —respondo con un suspiro y busco sus ojos para intentar averiguar qué piensa.

Me tambaleo entre el enfado y la emoción por tenerle a mi lado. Una parte de mí todavía se niega a aceptar lo que me provoca estar con él; la otra se muere por dejarlos salir, por hablar y poner fin a esta locura.

Wade se levanta y me coge de la mano para ayudarme a ponerme de pie. Luego coloca sus manos en mi cara y hace que le mire, pero no puedo. Automáticamente los ojos se me cierran. Inspiro profundamente y disfruto de lo que estoy sintiendo.

—Vamos a hablar —dice posando sus labios en mi frente. Se aparta y me coge de la mano para llevarme a un lugar más alejado del bullicio.

—De acuerdo.

Le suelto la mano porque, a pesar de que mi cuerpo me pide que me hunda entre sus brazos, tengo que ser racional y aclarar esto.

—Quise habértelo dicho antes —añade al cabo de un rato.

—Pero no lo hiciste, ¿por qué?

—No me di cuenta cuando leí el correo la primera vez. No había nombres y tampoco quise pensarlo demasiado —explica y se echa el cabello hacia atrás—. Fue un cúmulo de casualidades: las golosinas, tu manera de hablar...

—A muchas personas les gustan las gominolas de colores.

—No todo el mundo es tan específico. —Se encoge de hombros y esboza una sonrisa ladeada—. Además, te dejaste la libreta en los jardines de la cafetería. Vi toda esa investigación que hiciste.

Conquistando al chico de mis sueños © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora