1. Desesperacion

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Por lo regular nunca hay nadie en este parque, excepto esa única chica que va a sentarse todo el tiempo en aquella banca; La más retirada de todas, debajo de un árbol de cerezo, siempre está tranquila leyendo algo de algún libro que todavía no se el nombre, cuando alguien se acerca a su lado simplemente cierra su libro y se aleja.
Nunca la he visto con alguien, siempre va sola al parque y se queda un tiempo de 2 horas, justo lo que duran mis entrenamientos de básquetbol.

- ¿Ya te vas? - El capitán de mi equipo se acercó a mí en cuanto vio que me alejaba de la cancha.

- Me pidieron llegar temprano - tome mis cosas y terminé por salir de las canchas.

Di la vuelta en el árbol de cerezo donde se encontraba la chica sentada, camine de frente sin voltear a verla.

- Vámonos - Salió en forma de orden.

pero no tenía intención de entablar alguna conversación con ella, era molesto el hecho de que mi madre me hubiera pedido aquel favor.

Seguí caminando y ella me seguía por detrás. Es regular el verla por mi casa muy seguido, mi mamá decidió darle sesiones privadas para ayudarla.

Ella no es para nada cercana a mi, y no creo que lo sea con nadie.
Me desespera estar con ella, tiene un impulso nervioso con mover cualquier parte de su cuerpo cuando está nerviosa o asustada - lo sé porque mi madre me lo ha contado - y ahorita como no puede hacerlo por ir caminando, se encuentra presionando constantemente el botón de su lapicero ... El ruido me molesta.

- Podrías dejar de hacer eso - mi voz sono irritada.

Y creo que la he asustado porque dejó caer aquel molesto lapicero sorprendida por mi voz. Ella se agacho a recogerlo y dejó de presionarlo por cuestión de unos 4 minutos pero después volvió a hacerlo, gire sobre mis talones y quite de sus manos aquel horrible lapicero, ella no se negó, de hecho lo soltó tan rápido como vio mi mano moverse y por inercia movió hacia atrás su cuerpo.

Seguí caminando hasta llegar a mi casa y cuando estuve enfrente de la puerta pude sentir el olor muy característico de esta; citronella.

La dejé pasar y cerré la puerta, ella se dirigió al pequeño estudio donde mamá la atendía por las tardes y yo fui directamente a mi habitación.

Entre al baño y dejé que el agua se llevará todo el sudor de mi cuerpo, sabía que mi madre tardaría con ella por lo que no me preocupe en salir muy rápido de mi habitación, metí el lapicero de ella en el bolsillo de mi pantalón, se lo devolvería cuando ella saliera, pero para mí sorpresa, cuando salí de mi habitación ella ya se había ido.

Solo había venido por una respuesta

Negué con mi cabeza, era típico de ella aveces solo venir para que le respondiera que hacer en el caso de que tal vez alguien le dijera "hola" o le dirigiera la palabra.

Solo diré una palabra; patético.

[..]

Regresé de la universidad muy temprano, iba caminando por la banqueta con toda la pesadez del mundo sobre mi hombro, aunque en realidad en mi mochila solo llevo dos libros, tenía la vista fija en el piso por lo que no me percaté del cuerpo que se encontraba sentado en las gradas de la entrada, hasta que el par de tenis lila apareció en el campo de mi visión.

Tú de nuevo

Toque el bolsillo derecho de mi pantalón recordando que aún tenía su lapicero y lo saque, ella elevó un poco su labio al ver su estúpido lapicero de color rosa con botón de fresa, muy aniñado a mi parecer, extendí mi brazo ofreciéndole el lapicero pero la retire de nuevo antes de que ella lo tomara, me miró algo espantada y pestañeo en automático.

- Pídemelo - presione el estúpido botón de fresa escuchando el "clik" del sonido que esté producía.

Ella se levantó y titubeó un poco, saque mis llaves de la casa y como no me respondía hice su cuerpo aún lado y abrí la puerta, de espalda hacia ella pude escuchar su fina voz - Me lo podrías devolver, p-porfavor.

Terminé de entrar a la casa y di la vuelta, ella seguía parada afuera, miraba en dirección a sus pies y estos los movía con suma cautela.

- oh, entonces si hablas - volví a presionar la fresa y el "click" hizo que ella levantará su rostro y mirara el mío - ¿Vas a entrar?

Ella asintió y camino de frente, cerré la puerta y antes de que ella empezará a caminar al estudio de mi madre, la detuve.

- olvidas algo - ella volteo a verme sin entender a que me refería.

Entonces le mostré entre mis dedos el lapicero, estábamos a algo de distancia así que se lo aventé, ella lo atrapó torpemente y después la vi desaparecer por la puerta del estudio.

Fui a mi habitación y me recosté un rato en la cama al cabo de una hora me levanté, tenía ganas de comer y pedí un pizza, seguí acostado hasta que escuche el timbre de la casa y salí a recibir mi pizza. La dejé sobre la mesa y me dirigí al refrigerador por algo de beber y solo hasta ese momento me percaté de la nota adherida al tablero cerca de este.

" Tengo turno, no llegaré para cenar ... Si encuentras a Yewon dile esto, porfavor.

Te ama mamá"

Cierto, ella sigue aquí, camine hasta la fina puerta de cristal y la abrí, ella volteo rápidamente y la sonrisa que antes tenía fue disminuyendo poco a poco, creo que pensó que sería mi madre y el verme a mí en la puerta volvía a ser malo.

- Me dijo mi madre que tiene turno está noche y que no puede venir a platicar contigo -

No esperaba respuesta alguna pero decidí esperar hasta que ella saliera de la habitación, resignada tomo sus cosas y se dirigió a la salida, yo salí antes que ella pero algo jalo de mi sudadera y regrese la mirada.

Ella estaba parada en el marco de la puerta y su fina y blanca mano sujetaba el borde de mi sudadera, primero tenía su rostro fijo en mi pero después este descendió hasta mirar la tela lila de sus tenis y por segunda vez en el día me hablo.







...............
Talvez estos capítulos no sean tan largos, pero les aseguro que la historia estará muy buena.

Bueno si les gusta el romance ... Van a morir de amor con esto 💕

Dear Bird Donde viven las historias. Descúbrelo ahora