5. ¿Por qué?

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El problema no es tener que llevarse con ella, más bien es tener que enseñarle todo, hasta lo más simple, hoy me ha dicho que le entregan resultados del primer filtro a final del mes.

- Oye ¿Por qué te esfuerzas tanto? Pensé que no te gustaba hacer ejercicio -

- Algún día dejarás de venir -

- Supongo- ella cerró su libro y lo colocó a un lado de su mochila - Pero me temo que por ahora no.

- No tengo el interés de seguir hablando contigo, - suspiré agarrando con ambas manos la bolsa del entrenamiento - Me voy.

- Bien - ella volvió a tomar el libro - entonces esperaré a que termines.

Yewon en realidad no te das cuenta que no me interesa ser tú amigo

Niego y doy la vuelta, camino hasta llegar a las canchas y cuando estoy sentado en las gradas de las escaleras me doy cuenta de que se me ha olvidado mi botella de agua, golpeó con la palma de mi mano mi frente y muevo mi cuerpo hasta recostarme en las gradas.

- Yewon aléjate ... -  mi voz es pesada y abro mis ojos cuando siento que su mano le da sombra a mi cara

¡Rayos! Me equivoqué.

Veo a Shal frente a mi y este levanta su ceja, quita su mano de mi rostro y entonces agrega - ¿Quien es Yewon?

Me encogí de hombros y volví a cerrar los ojos - No lo sé.

En realidad no sabía quién era, no éramos cercanos como para saber la vida del otro, sin embargo, el hecho de que ella fuera con mi madre desde los 14 años me hacía saber algunas cosas de su vida cotidiana.

- ¡hey! - Shal sacudió mi cuerpo - si tienes novia tengo que saberlo, sabes que soy como tú hermano.

- Pero de que estás hablando - quite su mano de mi hombro - No me interesa ese tipo de cosas.

- Entonces - sentí como su cuerpo se sentó en las gradas - ¿Quién es Yewon?

Levante mi cuerpo y suspire frustrado, si no le decía a Shal quien era ella él de cualquier forma lo descubriría, mire el aro y la media línea antes de apuntar con mi dedo en dirección a la banca donde ella se encontraba.

- ¡Eres novio de una menor! - regrese a verlo sin emoción alguna.

- Claro que no - mire mi reloj y comprobé la hora - Ella es paciente de mi mamá.

- No parece tener nada malo -

- Intenta hablarle - le propuse.

En realidad no creía que él fuera hacerlo, lo vi agarrar el balón y pensé que no tenía la más mínima intención de acotar mi sugerencia, sin embargo él salió de la cancha y camino directamente hasta la banca donde ella estaba sentada.

Lo vi desde mi posición, Yewon presionó el libro entre sus manos y entonces vi la boca de Shal moverse, no sabía que le estaba diciendo y me angustió un poco cuando vi que ella me regresó a ver, se levantó y corrió a donde yo estaba parado, Shal la siguió y entonces Yewon se escondió detrás de mi.

- ¿Qué le dijiste? - es lo único que le preguntó a Shal cuando este llega.

- Me quería presentar pero cuando quise decirle mi nombre corrió - Yewon jalo de mi polo deportivo.

Jale de su mano hasta dejarla a mi lado, me molestaba que jalaran de mi ropa y que me estuviera usando como escudo o barrera, ella agacho su cabeza y empezó a juguetear con las hojas del libro, sus manos temblaban y el color en su rostro iba desapareciendo de poco en poco. Hasta este momento me percataba de la realidad de lo que ella experimentaba tal vez era tanto el nerviosismo que recorría su cuerpo que en cualquier minuto terminaría por desmallarse, era insensible de mi parte el pensar que ella fuera ridícula, ahora entiendo que tal vez tuvo que pasar por mucho en su interior para solo decirme una palabra.

No me sentía culpable, sin embargo prefería dejarla más tranquila y solo hice lo que mi madre me había sugerido que hiciera.

- Yewon él es mi amigo - ella levantó la mirada pero no miró a Shal detuvo sus ojos en los míos - es líder del equipo de baloncesto.

- Hola mi nombre es Lu So-Han, pero puedes decirme Shal - Shal sonrió y Yewon volteó a verlo - así me dicen mis amigos.

Las manos de Yewon dejaron de temblar y asintió - ¿Puedo l-llamarte a-así?

- Pero claro que si - Shal volvió a sonreír.

- No soy t-tu amiga - Yewon me miró y yo encogí los hombros.

- A partir de ahora lo eres -

Shal siempre era así, era tan amigable que se podía hacer amigo hasta de una ardilla, y de hecho si lo era, tiene la facilidad de agradarle a niños, jóvenes, adultos y hasta adultos mayores ... lo que resulta contradictorio es que al momento de que suene el silbato en un partido de básquet -aún y sea amistoso-  pareciera que el mismito demonio se apoderara de su cuerpo y le importara muy poco que fueras su amigo el te destruiría de cualquier forma.

- Me voy - Yewon me miró y yo solo asentí.

Ella camino de vuelta a la banca donde se encontraba y 15 minutos después llegaron todos los chicos del equipo para comenzar a entrenar.

- Yewon es amigable - Shal me pasó el balón y yo termine por encestarlo en el aro.

- No te dijo nada - me formé en la fila contraria y Shal me siguió - Como puedes decir que es amigable.

- Es muy tierna - el se agacho a amarrar sus tenis - Por eso digo que es amigable.

- ¿tierna? - corrí con el balón en mis manos hasta el otro extremo de la cancha y después hice un pase simple - Bueno para mi no lo es.

El entrenamiento terminó, el entrenador nos recordó que nos mantuviéramos saludable y que comiéramos bien porque el partido sería la próxima semana. La emoción en el rostro de Shal era lo que más destacaba, Yo también estaba ansioso por el partido pero mi emoción no se notaba tanto como la de Shal. Me despedí de todos y camine despacio hasta llegar a la banca donde estaba Yewon.

- Te ves sediento - ella extendió su botella color rosa con dibujitos de ranas y flores.

La tome y desenrosqué la tapa, no iba a beber del chupon, eso era claro. - Gracias.

Ella volvió a guardar la botella en su mochila, tomó entre sus manos la pequeña libreta azul pastel y su lapicero de fresa y los guardo en la bolsa más pequeña de su mochila, se levantó de la banca y entonces empecé a caminar en dirección a mi casa.

- Shal me agrada -













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Dear Bird Where stories live. Discover now