20. Admirar

353 60 15
                                    



Me siento en la pequeña tarima de madera que sirve de decoración y dejo el plato sin hacerme mucho ruido, ella no se ha dado cuenta de mi presencia.

Ella alza su cara y cierra los ojos cuando el viento vuelve a alzarse fuerte contra su rostro, mi cabello también su mueve en el mío pero yo no cierro los ojos, yo la estoy viendo a ella.

No suelo observar tanto tiempo a las personas, hay algo que me resulta inquietante en ella y a la vez me tranquiliza. Tal vez sea el hecho de que no se vea triste, ni de que tenga su ojos rojos e hinchados lo que me tranquiliza. Y a la vez me hace preguntarme si en realidad a llorado... puede que mi mente formara aquella imagen como un espejismo para hacerme ver lo único que no quisiera, y ahora tal vez vuelva a engañarme.

Quiero creer que aún no me he despertado y esto aún es un sueño, es muy tarde para que ella esté aquí. No tendría razón para quedarse, mi madre tiene guardia toda la noche, pero es inútil, yo no estoy soñando.

Ella abre sus ojos y voltea, su mirada conecta con la mía y se sorprende de verme ahí sentando. Me mira algo incomoda y junta sus manos jugando con sus dedos, entonces muevo mi cabeza y señaló el espacio que queda en la tarima.

Solo cuando esta lo suficientemente cerca capto el liguero color rosa en sus mejillas. Estuvo aquí mucho tiempo, el frío tal vez hizo que sus mejillas estén rosas, sonrió un poco al pensar que así se verá sonrojada y ella se sienta con las piernas en forma de cruz imitando mi posición.

No se que decirle y supongo que ella tampoco porque ambos nos mantenemos en silencio, la veo mirar el plato con los waffles y soy consiente de qué tiene hambre.

- Puedes tomarlos - empujó el plato hacia ella

- ¿Ya comiste? - Es lo primero que dice antes de tomar el cubierto.

Y ahí está ella preocupándose más por otros.

- No importa - me encojo de hombros y ella termina por acomodar el plato en sus piernas - ¿Qué haces aquí? Ya es tarde.

- Se suponía que me quedaría con tu mamá hoy - ella toma el primer waffle y comienza a cortarlo - Pero le llamaron y salió con urgencia. Me dijo que podía usar su recamara.

La veo comer y mi estomago pide a gritos que también le proporcione algo, pero lo hago callar solo tomando el vaso de agua.

- Toma - ella me extiende el cubierto con un pedazo del pan.

La miró y dudo un momento en abrí mi boca, ella sigue con su mano extendida y cuando estoy apunto de abrir mis labios, mi cerebro me dice que no es buena idea y prefiero tomar por mi mismo el cubierto.

- Sabia que harías eso - me extiende el plato y yo lo tomo sin más - Sabes, mi examen es el miércoles.

- Lo se - ella me mira sin poder creerlo y yo miro el plato - Digo no lo he olvidado, tú solías recordármelo siempre.

- Pensé que lo habías olvidado, nunca recuerdas nada de lo que te digo - le devuelvo el plato y ella lo toma con ambas manos - Pero no lo olvidaste.

Sonríe un poco bajando su cara para ver plato y vuelve a tomar una porción del crujiente pan.

Creo que me gusta verle animada.

- ¿Ya decidiste qué vas a presentar? - La prueba es presencial por lo que tiene que actuar algo.

- En realidad no, pero tengo algo en mente -

- ¿Qué tienes en mente? - últimamente soy muy curioso con ella.

O es él hecho de que no había hablado desde hace tiempo con ella, lo que me hace querer saber más y más. Y esta vez no tengo tiempo para avergonzarme por dejar que las palabras salgan de mi sin previo aviso.

- ¿Por qué no vas a verme ese día? - ella me mira animada y desliza el plato a mi lado. Miró el borde  blanco del plato antes de devolverle la mirada - ¿podrías ir?

Niego despacio terminando de comerme el último de los waffles - No lo creo.

Tengo clases hasta muy tarde ese día y aunque el examen sea en el auditorio de la universidad, me sería difícil salir del aula y escaparme un tiempo para ir a verla.

- ¿De verdad, no puedes? - niego con la cabeza sin articular ninguna palabra y ella parece entenderlo.

Me deslizó por la tarima hasta recostarme sobre la madera y mirar el cielo oscuro con muchas pequeñas estrellas. Ella se tiende a mi lado sin decir nada y su cabello cae por detrás de sus hombros, descubriendo por completo su perfil.

- La Luna es hermosa - dice volteando su rostro para verme por unos segundos y regresando la vista al frente. Busco con mi mirada la luna hasta encontrarla.

Hay luna llena.

Ni siquiera me había percatado de la luna, por alguna razón solo vi las estrellas. Y al parecer ella no parece ver las estrellas solo mira la luna.

- Cuando estabas enfadado conmigo e incluso cuando no hablábamos, la luna era la que me escuchaba por las noches. - No muevo mi rostro pero la observo por el rabillo de mi ojo, ella parece fascinada con aquel punto luminoso - Siempre me siento bien cuando la veo.

- Eso es bueno - recuerdo que no le he preguntado lo de hace un rato y decido hacerlo porque en realidad quiero saber la razón  - cierto ¿Por qué llorabas?

- No lo sé - ella niega - simplemente paso.

Yo sabía que ella respondería eso.

- Bien, supongo que lo sabía - arreglo mi cabello después de que el fuerte y frío viento me lo desordenara y agregó - Por si no lo notaste las estrellas también están acompañando a la luna.

- mmm ... es cierto ¡wow hay muchas! - ella se levanta y alza aún más su cabeza.- Mira, esa que está ahí brilla mucho.

Apunta con su dedo el cielo y de igual manera me levantó.

- ¿Cual?

- Esa - vuelve a señalar con su mano y yo me esfuerzo en seguir la dirección - La segunda estrella a la derecha.

Mi cerebro capta la idea y la relaciona con esa película infantil, que alguna vez vi con mi madre cuando era pequeño. Debo de admitir que esa película me gustaba y me sigue gustando ahora que se que se trata de una adaptación infantil sobre el viaje hacia el más allá. Y la verdad es que eso tiene sentido teniendo en cuenta que el lugar a donde van se llama "nunca jamás" y que tanto Peter Pan como los niños perdidos no puedan crecer.

- Todo recto hasta el amanecer.

Sonrió y ella regresa a verme, poco a poco estira sus labios hasta formar una sonrisa y parece que ella también sabe que me refiero a "nunca jamás".

Es la primera vez que nos reímos juntos.










......................
2/4

Dear Bird Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt